Un ardiente hogar: El pueblo chino que vive sobre un incendio subterráneo de seis décadas

En el corazón de China, en el distrito de Changshou, Chongqing, se encuentra el extraordinario pueblo de Wang Mantang, donde la vida cotidiana se desarrolla en medio de un insólito fenómeno: un incendio subterráneo que ha estado ardiendo durante más de 59 años.

Una peculiar adaptación a las llamas

Los habitantes de Wang Mantang han encontrado una forma de convivir con este peculiar fuego. Utilizan el calor del suelo para calentarse en invierno, e incluso cocinan directamente sobre la tierra caliente. Los ríos cercanos también se han visto afectados por el fuego, y en ocasiones parece que las aguas arden.

El origen del incendio

Según National Geographic, el incendio comenzó hace seis décadas debido a una negligencia humana. Una compañía petrolera perforó un pozo para extraer gas natural, pero el recurso nunca fue explotado y la fuga no fue sellada. Como resultado, el gas se escapó a la superficie y se incendió.

Los peligros ocultos

Pese a que los habitantes de Wang Mantang se han adaptado al fuego, los expertos advierten sobre los peligros que conlleva. Los incendios subterráneos pueden devorar todo a su paso, creando sumideros que pueden hacer que la tierra colapse sin previo aviso. Además, generan una mezcla de gases tóxicos, como el monóxido de carbono y el dióxido de azufre, que representan una grave amenaza para la salud.

Un recordatorio de la naturaleza y las acciones humanas

La historia de Wang Mantang es un testimonio del extraordinario entrelazamiento entre la naturaleza y las acciones humanas. Aunque los incendios subterráneos pueden ser fascinantes, también conllevan grandes riesgos. El pueblo de Wang Mantang continúa viviendo en armonía con el fuego, adaptándose día a día a una situación tan peligrosa como extraordinaria.

Por otro lado, en otros lugares del mundo también se han registrado incendios subterráneos de larga duración, como la famosa Puerta del Infierno en Turkmenistán o el pueblo de Centralia en Pensilvania, Estados Unidos. Estos casos demuestran que, si bien los incendios subterráneos pueden ser impresionantes, también pueden conllevar graves riesgos para quienes viven cerca.

Los incendios subterráneos devoran todo a su paso, creando sumideros y generando gases tóxicos.

Anupma Prakash, profesora de geofísica de la Universidad de Alaska