Un grupo de delincuentes fuertemente armados asalta un carro de valores en la localidad de Los Mártires, en pleno corazón de Bogotá, este miércoles 21 de agosto. Alrededor de la 1:00 p.m., los criminales interceptan el vehículo blindado de la empresa TVS, tomando como rehenes a sus ocupantes, quienes estaban encargados de transportar una cuantiosa suma de dinero.
Los detalles del golpe: 3.500 millones de pesos desaparecen
El carro de valores, de placas KGA 800, estaba realizando un recorrido rutinario por la zona cuando los asaltantes, aprovechando un descuido del personal de seguridad, toman el control del vehículo. Según fuentes policiales, el monto robado asciende a 3.500 millones de pesos. Este asalto pone en evidencia la creciente inseguridad que azota a la capital colombiana, y el alto grado de organización que los delincuentes muestran en cada uno de sus golpes.
El plan de escape: el hallazgo del vehículo vacío
Tras la rápida intervención de la Policía Metropolitana de Bogotá, se activa un operativo especial tipo candado que, aunque logra recuperar el vehículo en cuestión de horas, no encuentra rastro del dinero ni de los responsables del atraco. El carro es encontrado abandonado en una bodega en el barrio Santa Isabel, en la localidad de Antonio Nariño, lo que marca el final de un operativo que, hasta el momento, ha dejado más preguntas que respuestas.
La sofisticada técnica de los delincuentes
La investigación revela que los asaltantes utilizaron inhibidores de señal, dispositivos que bloquearon tanto el GPS del vehículo como las comunicaciones de los guardias. Este detalle es clave, ya que permitió a los delincuentes evadir el seguimiento de las autoridades durante las horas críticas posteriores al asalto. Las cámaras de seguridad de la zona muestran cómo los criminales logran abrir las puertas del carro sin resistencia, lo que indica una posible vulneración en los protocolos de seguridad de la empresa TVS.
La respuesta de las autoridades: investigaciones en marcha
El coronel Pedro Saavedra, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, asegura que se están revisando minuciosamente las grabaciones de las cámaras de seguridad y los testimonios de testigos para identificar a los culpables. A pesar de las medidas de seguridad y la rápida acción policial, el millonario botín sigue en manos de los delincuentes, quienes lograron escapar sin dejar rastro.
El hecho ha generado una gran preocupación entre la comunidad y las autoridades locales, quienes demandan mayores medidas de seguridad en el transporte de valores en la ciudad. El robo no solo representa una pérdida económica significativa, sino que también pone en evidencia las fallas en los sistemas de seguridad que deberían proteger este tipo de operaciones de alto riesgo.
Colombia y sus robos de película: un historial de asaltos millonarios
El reciente robo del carro de valores en Bogotá no es un caso aislado. A lo largo de los años, Colombia ha sido escenario de espectaculares asaltos que parecen sacados de una película. Uno de los más recordados es el robo del Banco de la República en Valledupar en 1994, donde un grupo de delincuentes se llevó más de 24.000 millones de pesos, equivalentes a unos 33 millones de dólares en ese momento. Este asalto, conocido como "el robo del siglo", marcó un antes y un después en la historia criminal del país, no solo por la magnitud del botín, sino por la sofisticación del plan y la cantidad de personas involucradas.
Otro caso que estremeció a la nación fue el robo al edificio del Banco de Bogotá en 1973. Un grupo de ladrones logró ingresar a la bóveda y llevarse una fortuna en efectivo y joyas. Aunque varios de los delincuentes fueron capturados, gran parte del botín nunca fue recuperado. Este atraco es recordado como uno de los más ingeniosos y mejor ejecutados de la historia de Colombia.
Más recientemente, en 2018, un grupo de delincuentes robó 5.000 millones de pesos de una sucursal del Banco Agrario en Bogotá. Utilizando explosivos para abrir la bóveda, los asaltantes lograron huir antes de que la policía llegara al lugar. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, el paradero del dinero sigue siendo un misterio.