Los apicultores se manifiestan en contra de la miel falsa

Apicultores de España, Francia y Portugal protestan por las importaciones masivas de miel fraudulenta que perjudican su rentabilidad y viabilidad.

Cientos de apicultores, vestidos con sus trajes de trabajo, se congregaron ante la sede de la Comisión Europea en Madrid para protestar contra las crecientes importaciones de miel falsa, que amenazan su sustento y ponen en peligro la polinización de los cultivos.

El portavoz del sector apícola, Pedro Lascertales, denunció la falta de compromiso de las autoridades y exigió controles más estrictos para proteger a los apicultores y a los consumidores, quienes pagan por miel lo que en realidad es un producto falsificado elaborado con agua y azúcar.

Los apicultores también reclaman el cumplimiento de las normas de etiquetado, que obligan a indicar el origen y el porcentaje de la miel, así como su tipo.

El papel de las abejas en la agricultura es crucial, ya que el 90% de los alimentos proceden de cultivos que dependen de su polinización. Sin embargo, el sector apícola enfrenta múltiples desafíos, entre ellos el uso de pesticidas, las enfermedades y el cambio climático.

Mientras que España produce entre 27.000 y 30.000 toneladas de miel al año, importa entre 30.000 y 37.000 toneladas, principalmente de Argentina, Portugal, Ucrania y China. La producción española, a pesar de ser de mayor calidad, se ve afectada por las importaciones más baratas, que se venden a unos dos euros el kilo, frente a los cuatro euros de la miel nacional.

"Es fundamental que se produzcan los etiquetados. Hoy es obligatorio que se advierta sobre el origen del producto para no engañar al consumidor."

Pedro Lascertales, portavoz del sector apícola

Además de las importaciones y el fraude, el sector apícola también sufre el uso de pesticidas, las enfermedades como la varroa y los hongos, la contaminación ambiental y el cambio climático.