Argentina apuesta por un nuevo modelo turístico: Cambios en la Ley Nacional de Turismo
El Gobierno argentino está implementando modificaciones significativas en la Ley Nacional de Turismo, buscando dinamizar el sector a través de la promoción de la inversión privada y la optimización de la gestión pública. Estas reformas, oficializadas mediante el decreto 216/2025, publicado en el Boletín Oficial y firmado por el presidente Javier Milei y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, apuntan a crear un entorno más favorable para los inversores y a modernizar la administración turística del país.

¿Cuáles son los principales cambios?
Según informa ámbito.com, la gestión libertaria ha disuelto varios programas y modificado las responsabilidades de la Secretaría de Turismo, encabezada por Daniel Scioli. El objetivo principal es, según el Gobierno, generar «las condiciones para el desarrollo de las iniciativas e inversiones del sector privado sin interferencias que alteren las reglas de juego de los actores» (ámbito.com, s.f.).
Eliminación de Programas y Comités
Uno de los cambios más destacados es la disolución del Comité Interministerial de Facilitación Turística, que coordinaba acciones administrativas entre entidades públicas del sector. Además, se han suprimido las responsabilidades relacionadas con el desembolso de recursos para el incentivo al turismo y el Plan de Turismo Social, así como la disolución del Programa Nacional de Inversiones Turísticas, que financiaba proyectos de interés turístico nacional.

Estas medidas reflejan una clara intención de reducir la intervención estatal directa en la actividad turística, apostando por un modelo donde el sector privado tome un papel más protagónico. El Gobierno argumenta que «las características de la actividad turística exigen que el Estado nacional organice los recursos que vincula a su desarrollo con capacidad para atender rápidamente a los cambios del mercado» (ámbito.com, s.f.).
Nuevos deberes y facultades de la Secretaría de Turismo
El decreto también introduce modificaciones en el artículo 7° de la Ley Nacional de Turismo, otorgando nuevas responsabilidades a la Secretaría de Turismo. Ahora, la Secretaría está autorizada a «fijar las políticas nacionales de la actividad turística con el fin de promover la generación de inversión en el sector» (ámbito.com, s.f.).
- Administración del Fondo Nacional de Turismo: La Secretaría tendrá la potestad de administrar este fondo, lo que le permitirá gestionar los recursos destinados al desarrollo turístico.
- Reglamentaciones y Consultas: Podrá proponer reglamentaciones relacionadas con actividades, productos y servicios turísticos, consultando al Consejo Federal de Turismo y a la Cámara Argentina de Turismo para asegurar la participación de los actores relevantes del sector.
- Acuerdos y Convenios: Se facilitará la gestión de acuerdos con provincias, municipios y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para promover incentivos a la inversión, así como la celebración de convenios con instituciones públicas y privadas.
- Gestión de Infraestructura: La Secretaría podrá administrar infraestructura turística y equipamiento, ya sea directamente o a través de concesionarios.
- Promoción Turística: Tendrá la facultad de ejecutar, distribuir y exhibir material de difusión para la promoción turística de Argentina en el exterior.
Reacciones y Perspectivas
Si bien el Gobierno defiende estas medidas como necesarias para dinamizar el sector y atraer inversiones, algunos sectores han expresado preocupación por la eliminación de programas sociales y la posible pérdida de enfoque en el turismo accesible para todos los ciudadanos.
Es crucial entender cómo estos cambios impactarán en la práctica. ¿Se logrará realmente atraer más inversión privada? ¿Cómo se garantizará que el desarrollo turístico beneficie a todas las regiones del país? ¿Qué papel jugarán las provincias y municipios en este nuevo esquema?
Estas preguntas aún no tienen respuesta definitiva, pero el Gobierno confía en que estas reformas sentarán las bases para un sector turístico más dinámico, competitivo y sostenible. Solo el tiempo dirá si esta apuesta por la inversión privada y la modernización de la gestión turística dará los frutos esperados.
Según ámbito.com, el Gobierno busca también eliminar cualquier previsión normativa que avance sobre las competencias de las jurisdicciones, atendiendo con criterio federal las particularidades locales y regionales de cada localidad.
Conclusión
El Gobierno argentino está implementando una reestructuración profunda en la Ley Nacional de Turismo, con la esperanza de impulsar la inversión privada y modernizar la gestión del sector. La eliminación de programas y la redistribución de responsabilidades hacia la Secretaría de Turismo marcan un cambio de paradigma en la forma en que se aborda el turismo en el país. El éxito de esta estrategia dependerá de la capacidad del Gobierno para crear un entorno favorable a la inversión, coordinar acciones con las provincias y municipios, y garantizar que el desarrollo turístico beneficie a todos los argentinos.