Paro en la autopista México-Puebla genera pérdidas millonarias y desabasto
Las consecuencias económicas del bloqueo que los ejidatarios mantienen en la autopista que conecta la Ciudad de México con el estado de Puebla son cada vez más graves. Según la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), las pérdidas económicas ascienden ya a 131.000 millones de pesos y aumentan con cada hora que pasa sin que se resuelva el conflicto.
Desabasto de alimentos y materias primas
El bloqueo ha paralizado el transporte de alimentos, incluidos algunos que requieren refrigeración, así como de insumos y materias primas que vienen del sur del país y se conectan a cadenas de suministro en el centro. En muchos casos, los alimentos se han echado a perder.
Cancelaciones en hoteles y restaurantes
La industria del turismo también se ha visto afectada. La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) estima que siete de cada 10 hoteles en la zona afectada han reportado cancelaciones para este fin de semana.
El origen del conflicto
La protesta de esta semana ha desenterrado un conflicto que comenzó hace 60 años, cuando el Gobierno Federal expropió ejidos para construir una carretera. Los habitantes de Santa Rita Tlahuapan, en Puebla, afirman que se les debe parte del pago por los terrenos, y el presidente Andrés Manuel López Obrador ha respondido que están siendo engañados por abogados que les han dicho que sus ejidos valen más de lo acordado.
Las negociaciones
El bloqueo comenzó el martes a las 9.00 horas y, durante las negociaciones, las autoridades solo han logrado que se despeje un carril de la autopista, que es una de las principales vías por las que circula el comercio del sur al centro del país. Canacar sostiene que un carril no es suficiente.
Llamado al diálogo
El presidente López Obrador y el gobernador de Puebla, Sergio Salomón, han hecho un llamado a los manifestantes para que depongan su protesta y confíen en que el gobierno cumplirá con lo acordado. Sin embargo, los ejidatarios se mantienen firmes en su demanda de un pago justo.
El conflicto continúa sin una solución a la vista, y las pérdidas económicas y los perjuicios a la población siguen aumentando.