La Secretaría de Trabajo enfrenta una nueva crisis tras el despido de cuatro funcionarios
La Secretaría de Trabajo, dirigida por Julio Cordero, exabogado del Grupo Techint, enfrenta una nueva crisis tras el despido de cuatro funcionarios de alto rango.
Los motivos de los despidos aún se desconocen, pero se ha ordenado una auditoría interna para verificar gastos, según fuentes consultadas por LA NACION. "Ninguno de ellos son cargos políticos, eran funcionarios con experiencia, que están desde hace varias gestiones", dijo un dirigente que no quiso revelar su nombre.
Designación de nueva subsecretaria
En paralelo a los despidos, se oficializó la designación de Liliana Acosta de Archimbal como subsecretaria de Relaciones del Trabajo, una suerte de número dos de Cordero.
Acosta de Archimbal es una abogada que ya fue directora de Asuntos Jurídicos de Trabajo durante la gestión del macrista Jorge Triaca. Su nombramiento fue publicado en el Boletín Oficial.
Cortocircuitos y retrasos
La salida de los cuatro funcionarios deja al descubierto los cortocircuitos entre la Secretaría de Trabajo y otras áreas clave del Gobierno, como el Ministerio de Economía y la Jefatura de Gabinete.
"Está muy trabada la comunicación", reconocieron cerca de Cordero, intentando explicar el retraso en las homologaciones de los acuerdos salariales sellados entre sindicatos y empresarios.
Contexto de despidos masivos
El despido de los cuatro funcionarios se suma a los 3611 cesantes realizados en la Secretaría de Trabajo, entre ellos, más de diez cargos políticos de jerarquía. De ese total, unas 520 cesantías fueron en Trabajo.
La última salida fue la de Mariana Hortal Sueldo, la número dos del organismo laboral, quien siguió los pasos del exsecretario del área, Omar Yasin.
La salida de Yasin y la llegada de Cordero dejaron al descubierto los cortocircuitos entre la Secretaría de Trabajo y otras áreas clave del Gobierno, como el Ministerio de Economía y la Jefatura de Gabinete.
Conclusión
La Secretaría de Trabajo enfrenta una nueva crisis con el despido de cuatro funcionarios de alto rango, lo que deja al descubierto tensiones internas y con otras áreas del Gobierno. El nombramiento de una nueva subsecretaria intenta calmar las aguas, pero el panorama sigue siendo incierto.