MasOrange solo cubre con voluntarios un 60% de las bajas del ERE para 650 personas
La empresa baraja ampliar una semana el periodo de aceptación para minimizar los despidos forzosos.
Algo más de 400 trabajadores se han acogido de forma voluntaria al expediente de regulación de empleo planteado por MasOrange, cuyo plazo para la adhesión voluntaria vence al concluir este miércoles, 6 de noviembre, informaron fuentes de la negociación.
Se trata de alrededor del 60% de los 650 empleados para los que está planteado el ERE, por lo que la empresa deberá recurrir a alrededor de 250 despidos forzosos si quiere completar el cupo.
Para evitar esas salidas traumáticas y conseguir más voluntarios, la mesa negociadora baraja la posibilidad de ampliar una semana más el plazo para la adscripción voluntaria, informaron fuentes de la negociación. Según el calendario original, ese periodo comenzó el pasado 22 de octubre y terminaba a las 23.59 horas de este miércoles. Posteriormente, la dirección de la empresa tendrá un periodo de una semana para comunicar si acepta la solicitud de los voluntarios, ya que tiene derecho de veto en determinados casos.
Contabilizadas las bajas voluntarias finales, la compañía podrá aplicar despidos forzosos hasta completar los 650 afectados. Según la documentación del ERE, para esos despidos se usarán tres criterios: los excedentes por áreas; la menor polivalencia funcional, conocimientos, formación y capacidad de adaptación a la nueva organización y la menor valoración del rendimiento o potencial de desarrollo de la persona trabajadora.
La dirección de la operadora, encabezada por el consejero delegado, Meinrad Spenger, ha manifestado en varias ocasiones que la voluntariedad sería el “criterio preferente” del ERE, y que se evitarían en la medida de lo posible las bajas traumáticas, por lo que el despido obligado de 250 empleados supondría un revés a esos planes.
Hay que tener en cuenta, además, que los empleados que sean despedidos a la fuerza tendrán menores indemnizaciones que los voluntarios.
El asunto de la voluntariedad del ERE ha causado una profunda división entre los sindicatos
Precisamente, el asunto de la voluntariedad del ERE ha causado una profunda división entre los sindicatos desde el comienzo de las negociaciones con la empresa el pasado 17 de septiembre. Al final, tras un mes de conversaciones, el acuerdo fue respaldado por los representantes de UGT y Fetico y rechazado por los de CC OO, los únicos tres sindicatos que estaban sentados en la mesa de negociación.
Otras fuerzas sindicales como USO, CGT y ELA, aunque ausentes de las negociaciones, también se posicionaron en contra del acuerdo pactado con la empresa.
Las principales causas del rechazo es que no se garantizaba la voluntariedad “total” de todas las salidas y que las condiciones económicas para las indemnizaciones de los despidos y las prejubilaciones eran inferiores a las del último ERE aplicado por Orange en 2021.
UGT lanzó un duro comunicado en el que acusaba a CC OO y USO de “traicionar a la plantilla”, puesto que sus delegados sindicales se han apuntado al ERE “mientras de boquilla lo rechazan y fuerzan a que nadie se apunte”. En concreto, UGT remarcaba que cuatro de los cinco delegados de la mesa negociadora del ERE de CC OO se han apuntado, pese a que públicamente rechazaban sus condiciones.
Por su parte, CC OO y USO denuncian que muchos de los trabajadores que se han apuntado son “voluntarios forzosos”, y que si no se han cubierto las 650 salidas de manera voluntaria es por las malas condiciones económicas que ofrece la empresa. Sobre los miembros de su sindicato que se han apuntado al ERE indican que se trata de decisiones personales que hay que respetar.
Fuentes de la empresa defienden que el ERE de MasOrange mejora las condiciones de otros ajustes del sector
Fuentes de la empresa defienden que el ERE de MasOrange, inicialmente previsto para 795 trabajadores y reducido a 650, es menor en número de afectados que los dos últimos aplicados en el sector por Vodafone (898 salidas, el 27% de la plantilla) y Avatel (674 bajas, el 35% del total). También sostienen que las condiciones económicas que propone MasOrange mejoran la de estos dos ajustes.
Sin embargo, los sindicatos discordantes responden que las condiciones del ERE empeoran notablemente las que aplicó Orange en 2021 (MásMóvil nunca hizo un ERE propio).
En el actual ERE, para los que salgan de la empresa voluntariamente, las indemnizaciones se establecen en la horquilla de entre 47 y 34 días por año trabajado (47 días hasta enero de 2012 y 34 días desde esa fecha), con un límite de 24 mensualidades. Para los despidos forzosos, la cuantía se rebaja a 45 y 33 días, respectivamente.
Estas compensaciones se complementan con una prima de enganche para los voluntarios de 3.000 euros para aquellos empleados con una antigüedad menor a los ocho años; de 8.000 euros, para los que llevan entre 9 y 12 años; y de 15.000 euros para los que trabajan desde hace más de 12 años en la empresa. En el ERE de 2021, para salarios menores de 25.000 euros al año, se estableció una compensación de 62 días por cada año trabajado; 61 días para salarios menores de 30.000; 60 días para menos de 35.000 euros; 59 días para menos de 40.000 euros; 58 días para menos de 50.000 euros y 57 días por año para los que ganen más de 50.000 euros.
Respecto a las prejubilaciones, en el actual ERE se pueden acoger a esta opción las personas de 56 y 57 años con antigüedad igual o superior a 9 años; y las de 58 a 62 con antigüedad igual o superior a 5 años. A todos ellos, se les abonará el 80% del salario regulador, que se obtendrá de la suma del 100% del salario fijo más el 50% del variable. Hasta los 63 años se les abonarán las cuotas de la Seguridad Social de acuerdo con el convenio especial (CESS). Los mayores de 63 años percibirán el mínimo legal de 20 días y 12 mensualidades.
En 2021, las prejubilaciones se aplicaron a partir de los 54 años para trabajadores con una antigüedad mínima de nueve años. La empresa abonó el 85% del salario regulador neto para las personas entre 54 y 55 años; y el 87% del salario regulador neto para los mayores 56 años. Las rentas se abonaban hasta los 63 años y la empresa se hizo cargo de la cotización a la Seguridad Social y seguro médico privado hasta los 65 años.