El BCE mantiene los tipos de interés en el 4,5%, abriendo la puerta a próximos movimientos

El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés de la zona euro en el 4,5%, el nivel más elevado desde 2001, conforme a lo esperado. Esta decisión se produce en una reunión de trámite, que abre la puerta a próximos movimientos en la política monetaria del BCE. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, lleva semanas apuntando a la posibilidad de un primer recorte de tipos en junio. Esta posibilidad se refuerza tras la reunión de hoy, en la que el BCE ha avanzado que no se compromete de antemano con una senda concreta de tipos.

El descenso de la inflación y el débil crecimiento presionan al BCE para abaratar el precio del dinero

El evidente descenso de la inflación y el débil crecimiento presionan cada vez más al BCE a abaratar el precio del dinero. En marzo, los precios crecieron en la zona euro al 2,4% interanual, una décima menos que en febrero. Y el dato de la inflación subyacente también dejó un descenso alentador, desde el 3,1% de febrero al 2,9% al mes siguiente. “La inflación ha continuado descendiendo, gracias a la bajada de los precios de los alimentos y de los bienes”, señala hoy el BCE. Su comunicado añade que si las tres variables clave que vigila el banco central para decidirse a bajar tipos -perspectivas de inflación, tasa subyacente y transmisión de su política monetaria- refuerzan la confianza en que la inflación se encamina al objetivo de forma sostenida, “sería apropiado reducir el actual nivel de restricción de la política monetaria”.

El BCE advierte de las presiones inflacionistas internas y el repunte del precio del petróleo

Sin embargo, el BCE también advierte de que “las presiones inflacionistas internas son intensas y mantienen la inflación de los precios de los servicios en niveles elevados”. Además, el precio del petróleo, que parecía una inquietud ya enterrada para el BCE, está repuntando y ha pasado de los 75 dólares el barril en diciembre a los 90 dólares actuales. Este factor no amenaza el escenario que se toma como más probable de rebaja de tipos en junio, pero sí la senda posterior de recortes en el precio del dinero.

El debate sobre el ritmo de normalización de la política monetaria del BCE

El gran debate que tiene por delante el BCE será el de a qué ritmo ir normalizando en los próximos meses su política monetaria, con un crecimiento casi anémico en la zona euro. El debate entre halcones y palomas en el BCE gira desde hace meses sobre cuánto crecimiento sacrificar en favor del control de la inflación. Los representantes de la Europa del Norte ya han mostrado su preferencia por pausar los recortes durante el verano. Así se han manifestado los gobernadores de Países Bajos o Alemania. Aún está por confirmar si la inflación, incluido el componente energético, dará la tregua definitiva necesaria para continuar las rebajas y si habrá que guiarse también inevitablemente por lo que decida la Reserva Federal.

El reto de recortar tipos antes que la Fed

Recortar tipos antes de la Fed plantea también un nuevo reto, más aún si la rebaja en Estados Unidos se aplaza en el tiempo. Esa brecha en la política monetaria de la Fed y el BCE promete fortalecer al dólar y debilitar al euro, que en el año ya cede cerca del 3% y que estos días retrocede a niveles de noviembre, a los 1,073 dólares. El BCE pronostica un crecimiento para este año en la zona euro de solo el 0,6% y una divisa europea más débil implica un mayor coste en la compra de energía, en dólares, y un nuevo factor inflacionista al encarecer las importaciones.

La difícil tarea del BCE: crear consenso sobre los tipos de interés

En definitiva, el BCE se enfrenta a una difícil tarea: crear consenso sobre qué hacer con los tipos de interés. El descenso de la inflación y el débil crecimiento presionan a favor de las rebajas, pero las presiones inflacionistas internas y el repunte del precio del petróleo invitan a la cautela. El BCE deberá encontrar un equilibrio entre estas fuerzas contrapuestas para tomar las mejores decisiones para la economía de la zona euro.