El capitalismo de amiguetes llega a Estados Unidos

Un sistema que recompensa a las empresas en función de sus conexiones políticas seguramente lastrará el crecimiento económico.

El presidente Trump planea imponer elevados aranceles a los bienes importados, lo que creará oportunidades para el favoritismo político.

Las reglas para triunfar en los negocios en Estados Unidos están a punto de cambiar, y no para bien. El presidente Trump planea imponer elevados aranceles a los bienes importados, lo que creará oportunidades para el favoritismo político.

El "capitalismo de amiguetes" es un sistema en el que el éxito empresarial depende menos de una buena gestión que de tener las conexiones adecuadas, a menudo adquiridas haciendo favores políticos o financieros a quienes ocupan el poder. En la Hungría de Viktor Orbán, por ejemplo, más de una cuarta parte de la economía está controlada por empresas con estrechos vínculos con el partido gobernante.

Ahora es muy probable que el capitalismo de amiguetes llegue a Estados Unidos. Trump ha insinuado su disposición a quitar las licencias a las cadenas de televisión que, en su opinión, ofrecen noticias desfavorables. También ha propuesto deportar a millones de inmigrantes indocumentados, lo que creará oportunidades para el favoritismo en la aplicación de la ley.

Las consecuencias del capitalismo de amiguetes

El capitalismo de amiguetes es malo para la democracia, ya que ayuda a garantizar una ventaja financiera republicana. También enriquece a Trump y a quienes le rodean. Y, lo que es más importante, lastra el crecimiento económico. Un estudio reciente descubrió que los regímenes populistas, que a menudo son capitalistas de amiguetes, sufren una penalización del crecimiento a largo plazo de aproximadamente un punto porcentual cada año.

El tiempo dirá si el capitalismo de amiguetes se convierte en una realidad en Estados Unidos. Pero las señales son preocupantes.

"Las reglas para triunfar en los negocios en Estados Unidos están a punto de cambiar, y no para bien."

- Paul Krugman, premio Nobel de Economía