El empresario Aldama continúa operando tras su detención por el caso Koldo

El empresario Víctor de Aldama no aprendió la lección tras su primera detención en febrero de 2024, cuando fue arrestado por su participación en el caso Koldo —la trama de corrupción que se infiltró en el Ministerio de Transportes durante la época de José Luis Ábalos (PSOE) para obtener contratos públicos a cambio de favores—.

Según un informe de la Guardia Civil, tras su liberación por el caso Koldo en febrero de 2024, Aldama intensificó y continuó con sus turbios negocios relacionados con una organización criminal dedicada al fraude del IVA en el sector de los hidrocarburos y al blanqueo de capitales, lo que provocó su segunda detención en octubre de 2025.

La Guardia Civil desplegó un amplio operativo para seguir los pasos de Aldama, quien, junto con su socio Claudio Rivas, encabezaba un segundo grupo criminal que operaba en paralelo a la red del Ministerio de Transportes.

Encuentros sospechosos y medidas de seguridad

El informe de la Guardia Civil detalla varios encuentros sospechosos que involucran a Aldama y sus asociados, lo que sugiere que no había abandonado sus actividades delictivas.

Además, los investigadores detectaron que Aldama y sus socios utilizaban medidas de seguridad para dificultar la interceptación de sus comunicaciones, como la aplicación de mensajería Signal.

Estructura criminal de alto nivel

El informe de la Guardia Civil califica la organización criminal liderada por Aldama y Rivas como un grupo de "alto nivel" con "un grado de peligrosidad potencialmente elevado". También cumplen 10 de los 11 indicadores establecidos por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado para identificar una organización criminal.

Los investigadores consideran que Aldama es uno de los dos "codirectores y máximos responsables" de la trama de fraude de hidrocarburos, y que junto con Rivas, se encuentran en la "cúspide" de la organización.

Según el informe, Aldama es el responsable de "controlar y dirigir la interposición de testaferros" y de utilizar sociedades para transferir fondos ilícitos al extranjero.

Colaboración con las autoridades

Tras su segunda detención en octubre de 2025, Aldama fue enviado a prisión preventiva, pero fue liberado en noviembre a petición de la Fiscalía Anticorrupción después de que comenzara a colaborar en el caso Koldo.

La colaboración de Aldama ha llevado a la Guardia Civil a desplegar un amplio operativo para seguir los pasos de sus asociados y desmantelar la red criminal.

Conclusión

El caso Aldama es un claro ejemplo de cómo los delincuentes organizados pueden continuar operando incluso después de ser detenidos. La investigación en curso de la Guardia Civil tiene como objetivo desmantelar la red criminal y llevar a sus responsables ante la justicia.