PSC y ERC llegan a un acuerdo presupuestario para la investidura de Salvador Illa

El PSC y ERC han cerrado un acuerdo presupuestario para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña. El pacto, que tendrá un gran impacto fiscal para el Estado, contempla que Cataluña recaude el 100% de sus impuestos y salga del Régimen Común de Financiación Autonómica.

Un concierto económico propio

Según los republicanos, este acuerdo supondría que Cataluña tendría un concierto económico propio, similar al de País Vasco y Navarra. El primer paso se dará en 2026, cuando la Generalitat gestione la declaración de la renta de los catalanes correspondiente a 2025.

Pasos hacia la soberanía fiscal

De esta manera, Cataluña daría pasos hacia una soberanía fiscal que quedaría refrendada en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA). Para ello, serán necesarios cambios legislativos que requerirán la mayoría absoluta del Congreso.

Un pacto con alto coste fiscal

El acuerdo entre PSC y ERC ha generado reacciones encontradas. Por un lado, los partidos independentistas celebran el avance hacia la soberanía fiscal. Por otro lado, el Gobierno central y los partidos de la oposición critican el alto coste fiscal que supondrá para el Estado.

Implicaciones económicas

Los expertos económicos advierten de que el pacto podría tener importantes implicaciones para la economía española. El Estado dejaría de recaudar una cantidad significativa de impuestos, lo que podría suponer una reducción de los servicios públicos o un aumento de la deuda pública.

Además, el pacto podría crear un precedente para otras comunidades autónomas que reclaman un mayor autogobierno fiscal. Esto podría generar una situación de competencia fiscal entre las distintas regiones, con consecuencias negativas para la unidad y la equidad del sistema impositivo español.

El futuro de Cataluña

El acuerdo entre PSC y ERC es un paso más en el complejo proceso de encaje de Cataluña en España. El futuro de la región dependerá en gran medida de la capacidad de los partidos políticos para alcanzar acuerdos y consensos que permitan superar las divisiones y garantizar la estabilidad institucional.