La clase trabajadora, el sector más castigado por el sistema fiscal español

El sistema fiscal español se caracteriza por su progresividad, lo que significa que en teoría las rentas más altas deberían pagar más impuestos. Sin embargo, distintos estudios apuntan a que no es así. El 1% más rico de España tributa sobre toda su renta de forma efectiva a un gravamen inferior al del resto de contribuyentes, incluso al del 20% más pobre, según un estudio publicado en febrero de este año por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Falta de progresividad en los impuestos indirectos

Esta falta de progresividad se debe, en parte, a los impuestos indirectos, como el IVA. Este tipo de impuestos penaliza más a las rentas bajas, ya que se aplican sobre el consumo, independientemente del nivel de ingresos. También influyen los menores tipos impositivos que soportan en el IRPF las plusvalías, los dividendos y otros rendimientos de capital mobiliario, que son una de las principales fuentes de ingresos de las rentas altas.

Necesidad de una reforma fiscal

Existe un consenso generalizado en la necesidad de remodelar en profundidad la imposición sobre la riqueza. Así se refleja en el Libro Blanco para la reforma fiscal, que propone una serie de medidas para hacer el sistema tributario más justo y progresivo.

  • Reducción del IVA y del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) para los ingresos medios y bajos.
  • Aumento de los impuestos a los gigantes corporativos y a las grandes fortunas.
  • Modificación del impuesto al patrimonio.
  • Mejora de la progresividad en el IRPF.
  • Marco de armonización fiscal de la Unión Europea para evitar la competencia desleal y actualizar el listado de guaridas fiscales.

Según el informe de Oxfam, sin una reforma tributaria, España no podrá desplegar mejores políticas públicas para combatir la desigualdad. Se trata de un tema prioritario para la Administración, que necesita recaudar más para hacer frente a la deuda acumulada con la pandemia, a la transición ecológica y al envejecimiento de la población.

La clase trabajadora exige un empleo de calidad y mejores salarios

Además de una reforma fiscal, la clase trabajadora también reclama un empleo de calidad y mejores salarios. Según los datos de Oxfam, el descontento de la clase trabajadora tiene un culpable muy claro: los salarios, cuyo crecimiento no acompaña el encarecimiento del coste de la vida. Esta disparidad hace que seis de cada 10 españoles declaren necesitar un segundo trabajo por razones económicas.

Reivindicaciones de la clase trabajadora

  1. Garantía de un empleo de calidad.
  2. Aumento del Salario Mínimo Interprofesional.
  3. Mayor control de las horas sobre los contratos.
  4. Más inspecciones de trabajo.

Estas reivindicaciones son compartidas por el 54% de los encuestados en el estudio de Oxfam, que también apunta a una insatisfacción generalizada en materia de ocupación. Casi el 40% de los encuestados declara tener dificultades para encontrar un empleo estable y bien remunerado.

La situación de la clase trabajadora española es preocupante y requiere medidas urgentes por parte del Gobierno. Es necesario acometer una reforma fiscal que garantice un reparto más justo de los recursos y que permita a las rentas más bajas mejorar su nivel de vida. También es imprescindible impulsar políticas que promuevan el empleo de calidad y los salarios dignos.