El envejecimiento de la población está provocando un importante desafío presupuestario para España en las próximas décadas. Según un informe reciente del centro de análisis Bruegel, el país necesitará realizar un ajuste fiscal adicional equivalente al 6,3% de su Producto Interior Bruto (PIB) para el año 2045, cuando se prevé que termine el impacto de la generación del baby boom en las pensiones.

El impacto del envejecimiento

El envejecimiento de la población es un fenómeno demográfico imparable en Europa. Con una baja tasa de natalidad y una esperanza de vida cada vez mayor, el número de personas en edad de jubilación crece mientras que la población activa disminuye. Esto crea un desequilibrio en las cuentas públicas, ya que menos trabajadores tienen que sostener a más jubilados.

España, entre los países más afectados

España es uno de los países de la UE que más ajuste fiscal deberá hacer para hacer frente al envejecimiento de su población. El informe de Bruegel sitúa a España como el tercer país más afectado para esta década, solo por detrás de Rumanía y Eslovaquia.

El envejecimiento afectará de manera desigual a los países de la UE, en función de sus posiciones fiscales actuales y sus proyecciones demográficas. En el caso español, el lastre no es tanto la situación económica como el problema de tener una pirámide poblacional invertida.

Medidas para mitigar el impacto

Para evitar reducir el gasto crítico y al mismo tiempo mantener la deuda sostenible, los países de la UE tendrán que tomarse más en serio las reformas, según el informe de Bruegel. Entre las recomendaciones más extendidas está aumentar la participación de la fuerza laboral, centrando los esfuerzos en mujeres, jóvenes, personas desfavorecidas e inmigrantes.

También se sugiere igualar la edad de retiro entre hombres y mujeres en aquellos países en los que todavía es diferente, unificar los diferentes regímenes de pensiones y revisar cómo se actualizan las pensiones.

El informe también destaca la importancia de fortalecer los fondos privados de pensiones y fomentar el ahorro personal para la jubilación.

"Los países de la UE tendrán que tomarse más en serio las reformas, y la Comisión y el Consejo deben mostrarse más audaces a la hora de ampliar el perímetro de las áreas de política que abordan en sus recomendaciones", añade el informe.

La situación es especialmente preocupante en España, que tiene una de las pirámides poblacionales más invertidas de Europa. Se prevé que en la década de 2040 se termine de jubilar el grupo poblacional más grande que existe a día de hoy, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Para hacer frente a este desafío, el Gobierno español tendrá que recortar las partidas presupuestarias de otras áreas o aumentar los impuestos de manera significativa. También podría optar por aumentar la edad de jubilación o mejorar los sistemas de salud, aunque estas medidas son políticamente controvertidas.