Últimos días para cambiar una hipoteca variable a fija sin comisiones

El próximo 31 de diciembre finaliza el plazo para solicitar el cambio de una hipoteca de tipo variable a fijo o mixto o aplicar reembolsos o amortizaciones anticipadas sin el cobro de comisiones habituales. Según los expertos, realizar el cambio antes de que finalice el año puede suponer un ahorro de entre 1.000 y 2.500 euros.

Una medida para paliar la subida de tipos

Esta medida se aprobó en el marco del Código de Buenas Prácticas para deudores hipotecarios en riesgo de vulnerabilidad, pactado entre el Gobierno y la banca en noviembre de 2022 para paliar el impacto de la rápida subida de los tipos de interés oficiales aplicada por el Banco Central Europeo (BCE) para hacer frente a la elevada inflación en la zona euro.

Inicialmente, la medida, aplicable a todos los clientes independientemente de su situación de vulnerabilidad, tenía una duración prevista de un año, hasta el 31 de diciembre de 2023. Sin embargo, ante el impacto de la guerra de Ucrania, la de Oriente Medio y la sequía, el Ejecutivo amplió su vigencia hasta 2024.

Fin de la medida

No obstante, ante la relajación de los tipos que el Banco Central Europeo ha aplicado desde junio y la consiguiente bajada del Euríbor (actualmente en el 2,4%), el Gobierno ha decidido no prorrogar esta medida.

Por tanto, a partir del 1 de enero de 2025, ya no se podrá aplicar una novación (cambio de las condiciones del préstamo) ni una subrogación (cambio de entidad donde se tiene la hipoteca) para modificar el tipo aplicado y pasarlo de variable a fijo o mixto sin el cobro de comisiones. Tampoco se podrán aplicar reembolsos o amortizaciones anticipadas sin gastos.

Prórroga del Código de Buenas Prácticas

En cambio, el Gobierno sí ha prorrogado el Código de Buenas Prácticas para deudores hipotecarios en riesgo de vulnerabilidad hasta noviembre de 2025 para todos los clientes con rentas de hasta 38.000 euros y otros 18 meses (hasta mayo de 2026) para los afectados por la DANA.

Asimismo, se mantiene el Código de Buenas Prácticas para deudores vulnerables, vigente desde 2012.