La fusión de BBVA y Sabadell: sombras y claroscuros
La propuesta de fusión entre BBVA y Sabadell deja entrever áreas problemáticas que deben abordarse. La más inmediata es la eliminación de empleos, estimados entre 4.000 y 5.900 personas. Sin embargo, desde la fusión de Caixabank y Bankia, Sabadell ha reducido su plantilla en dos ocasiones, por lo que el impacto podría ser menor.
Concentración del mercado y oligopolio
La fusión acentuaría el oligopolio en el mercado bancario español. Las tres entidades resultantes, Caixabank, Santander y BBVA + Sabadell, controlarían más del 73% de la cuota de mercado de banca tradicional (créditos y depósitos). En Cataluña, el dominio sería aún mayor, superando el 90% entre las tres entidades.
Esta concentración debilitaría el poder de negociación de los clientes. Además, las pymes, mercado clave para Sabadell, se verían privadas de un banco especializado en ellas, ya que el otro competidor en este segmento, Banco Popular, fue absorbido por Santander. Tratar con un departamento subordinado de un gran conglomerado no es lo mismo que con un banco cercano y a escala humana.
Los reguladores y la competencia
Los reguladores impondrán condiciones para restablecer la competencia. ¿Cuáles serán? ¿Vender oficinas? Escepticismo: todos pretenden hacerlo, perjudicando a los mayores y a los menos familiarizados con las finanzas y la tecnología digital. Además, la verdadera competencia en el sector proviene cada vez más del talento y no del número de sucursales o cifras operativas.
Gobernanza y gestión
La gobernanza del Sabadell ha sido lineal a lo largo de su historia. La del BBVA se torció en el año 2000, cuando un gobierno impuso a Paco González como presidente. Este dimitió en 2019 por su implicación en el espionaje a la entidad y por asuntos de cohecho y corrupción que mantienen a la cúpula actual respondiendo ante los tribunales.
En conclusión, la fusión de BBVA y Sabadell presenta luces y sombras. Se deben abordar los recortes de empleo, la concentración del mercado, la competencia y la gobernanza. Los reguladores desempeñarán un papel crucial en el establecimiento de condiciones para garantizar una competencia justa y proteger los intereses de los clientes y las pymes.