En Michoacán, un escándalo financiero de proporciones épicas se está desarrollando, dejando a su paso una estela de víctimas y acusaciones que alcanzan a las más altas esferas del poder estatal. La empresa Inverforx, liderada por Luis Alberto Pérez Zamorano, está siendo señalada como el epicentro de un fraude que podría superar los miles de millones de pesos, afectando a miles de personas, desde funcionarios de gobierno hasta maestros y empleados de base.
El inicio de la pesadilla: promesas de riqueza fácil
La historia comienza con la promesa de rendimientos extraordinarios en inversiones en sectores como el litio, el oro, el algodón y el petróleo. Inverforx, presentándose como una oportunidad única para alcanzar la libertad financiera, atrajo a un gran número de inversionistas, muchos de ellos empleados del gobierno estatal, según Solera (2024).
El esquema, que ahora se investiga como una posible estafa piramidal, ofrecía retornos de hasta el 98%, una cifra que, en retrospectiva, parece demasiado buena para ser verdad. Sin embargo, en un contexto de incertidumbre económica, exacerbado por la pandemia, muchos vieron en Inverforx una oportunidad para asegurar su futuro.
Funcionarios en la mira: ¿complicidad o ingenuidad?
El caso ha tomado un giro aún más escandaloso al involucrar a exfuncionarios de la administración de Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán. Carlos Maldonado Mendoza, exsecretario de Finanzas, fue arrestado en Miami, y se emitió una orden de aprehensión contra el propio Aureoles. Aunque las acusaciones formales están relacionadas con desvíos de fondos públicos, la conexión con el caso Inverforx plantea serias interrogantes.

Según Milenio (s.f.), Sonia Fuerte Armenta, exsubsecretaria de Finanzas, y Ariadna Rosas Burgos, asistente de Maldonado, están siendo señaladas por promover activamente las inversiones en Inverforx entre los empleados gubernamentales, e incluso por establecer una sucursal de la empresa en Morelia. Ahora, la pregunta que muchos se están haciendo es si estas funcionarias actuaron de buena fe, creyendo en la legitimidad de Inverforx, o si fueron cómplices en un esquema fraudulento.
Víctimas y silencio: el dilema de denunciar
Para las víctimas, el fraude de Inverforx representa una pérdida devastadora. Muchos invirtieron todos sus ahorros, e incluso recurrieron a préstamos o colectas entre amigos y compañeros de trabajo para participar en el esquema. Ahora, enfrentan un futuro incierto y la difícil decisión de denunciar, exponiéndose al escrutinio público y al riesgo de represalias.
El camino hacia la justicia se está mostrando lleno de obstáculos. Las denuncias presentadas ante la Fiscalía de Michoacán parecen avanzar con lentitud, y las víctimas denuncian falta de recursos y hasta solicitudes de dinero para financiar las investigaciones. Ante esta situación, muchos están optando por trasladar sus denuncias a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, aunque allí también enfrentan dificultades burocráticas.
La vida continúa: entre restaurantes y evasivas
Mientras tanto, algunos de los principales implicados en el caso parecen seguir con sus vidas con normalidad. Ariadna y Habib Rosas Burgos, por ejemplo, inauguraron un exitoso restaurante en Morelia, lo que ha generado indignación entre las víctimas y la opinión pública.
Cuando los servidores públicos defraudados intentan obtener respuestas de Ariadna Rosas Burgos y Sonia Fuerte Armenta, solo están recibiendo evasivas. Las exfuncionarias alegan que advirtieron sobre el «alto riesgo» de la inversión y que solo debieron invertir dinero que pudieran permitirse perder (Solera, 2024).
¿Qué sigue? La búsqueda de la verdad y la justicia
El caso Inverforx está lejos de cerrarse. Con la detención de exfuncionarios y la orden de aprehensión contra Silvano Aureoles, las fiscalías de Michoacán y la Ciudad de México están reactivando las investigaciones. Se están convocando a las víctimas a declarar y a fortalecer la documentación, con la promesa de judicializar las carpetas de investigación. Sin embargo, el destino de las exfuncionarias de Finanzas sigue siendo incierto, y Luis Alberto Pérez Zamorano continúa siendo el único en la mira de las autoridades.
La gran pregunta: ¿de dónde salió el dinero?
Una de las interrogantes clave que aún deben responder las fiscalías es si las exfuncionarias de Finanzas utilizaron dinero del erario público para realizar sus inversiones y abrir la sucursal de Inverforx en Morelia. Esta línea de investigación podría revelar la existencia de una red de corrupción más amplia y llevar a nuevas detenciones y acusaciones.
El caso Inverforx está poniendo a prueba la capacidad del sistema de justicia mexicano para investigar y sancionar delitos financieros complejos que involucran a funcionarios públicos de alto nivel. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para garantizar que las víctimas obtengan justicia y que este tipo de fraudes no se repitan en el futuro.
Referencias
- Solera, C. (2024). Inverforx estafó a secretarios de Michoacán, a la sombra de Silvano Aureoles. Milenio. Recuperado de https://www.milenio.com/politica/inverforx-estafa-saco-millones-poderosos-michoacan
- Milenio. (s.f.). Grupo Milenio. Recuperado de https://www.milenio.com