La desconexión digital, un derecho vulnerado en España

La falta de desconexión de las responsabilidades laborales se extiende por todos los ámbitos económicos en España, afectando a un amplio abanico de profesiones. El derecho a apagar los dispositivos es un "lujo inalcanzable" para un 64% de los mandos intermedios, según una encuesta de InfoJobs sobre el fenómeno de la desconexión digital. Tres de cada cuatro directivos también afirman no poder olvidar su trabajo al finalizar su jornada laboral.

Profesionales sanitarios, los más afectados

El sector sanitario se encuentra entre las profesiones que más sufre la invasión de la vida privada por parte de las obligaciones laborales. Ricardo Furío Sabaté, secretario de acción sindical de Satse, señala que la cultura de la desconexión sigue siendo inalcanzable en los hospitales. "Desde que está WhatsApp, las enfermeras se sienten más obligadas a contestar a los cambios de planillo que llegan desde la supervisora de unidad", explica. "No existe esa desconexión. Llaman, y ese 'por favor' es un poco obligatorio", continúa Sabaté. "Escuchas más casos de burnout. Muchas compañeras han desinstalado el WhatsApp. Otras han dejado la profesión y se están jubilando más temprano. Madrid es la región que peor paga a sus enfermeras y las maltrata diciéndoles que tienen que ir a trabajar".

Abogados y ejecutivos, también sobreexplotados

Los abogados suelen destacar entre los profesionales más sobreexplotados debido a las largas horas extra que realizan. Aunque la Ley de Trabajo a Distancia exige una separación clara entre la vida laboral y personal, el mundo de la abogacía no permite esta separación. "Esas horas extras que haces pueden significar la diferencia entre ganar y perder un caso", manifiesta un abogado penalista de un bufete madrileño. Las interminables jornadas laborales, a menudo sin descanso, se consideran daños colaterales de la naturaleza exigente y económicamente gratificante de esta profesión.

Los ejecutivos también se enfrentan al reto de la desconexión digital, aunque en este caso los elevados salarios y beneficios compensan las horas extra trabajadas. "Cuando se trata de grandes cantidades de dinero, hay mucho riesgo y responsabilidad en juego, lo que añade estrés y te mantiene conectado", afirma Juan, de 31 años, que ocupa un alto cargo como gestor para grandes empresas. "Pero es una carrera apasionante si quieres ese tipo de responsabilidades", matiza.

El teletrabajo no garantiza la desconexión

La reciente propuesta del Ministerio de Trabajo de prohibir a los trabajadores renunciar al derecho a la desconexión por exigencia empresarial pretende poner fin a esta vulneración de los derechos de los trabajadores. Sin embargo, la situación actual en España está lejos de esta utopía: dos de cada tres trabajadores afirman no desconectarse del trabajo al finalizar su jornada laboral.

El sindicato Comisiones Obreras insiste en que "la plantilla tiene derecho a no contestar mensajes ni correos electrónicos fuera de la jornada laboral para garantizar el derecho a su tiempo de descanso y vacaciones". Sin embargo, esta práctica sigue siendo habitual.