**El inesperado fallecimiento de Isak Andic deja a la firma Mango sin su faro estratégico**

Pérdida irreparable

La muerte del fundador y presidente de Mango, Isak Andic, el pasado sábado en un accidente en la montaña de Montserrat, ha dejado un vacío insalvable en el devenir del grupo textil.

Si bien la estructura de gobierno corporativo de Mango diferenciaba claramente la esfera accionarial de la ejecutiva, con un consejo de administración profesionalizado y un comité de dirección integrado por una decena de directivos, la lectura del testamento de Andic aclarará cuestiones clave para el futuro de la empresa.

Figura clave

Aunque Andic no ejercía una presidencia ejecutiva, delegada en su consejero delegado Toni Ruiz, seguía interviniendo directamente en la estrategia de la empresa que fundó y de la que poseía el 95% de las acciones hasta su muerte.

Fuentes consultadas aseguran que la visión de Andic era la que marcaba el rumbo de Mango en las grandes decisiones estratégicas, como la decidida apuesta por Estados Unidos, donde ha abierto 40 tiendas desde 2022 con una inversión cercana a los 100 millones de euros y prevé inaugurar otras 20 en 2025.

También influía en la política de comunicación, ejecutada posteriormente por el equipo ejecutivo liderado por Ruiz, su persona de máxima confianza en los últimos años.

Legado de conocimiento

Con la desaparición de Andic, Mango pierde a un profundo conocedor del mundo de la moda, con una influencia excepcional gracias a sus 40 años de trayectoria.

Aunque el equipo gestor liderado por Toni Ruiz es considerado el mejor de la historia de Mango, su sensibilidad en materia de moda no alcanza el nivel del fundador, quien conocía a la perfección la identidad que debía impregnar la propuesta comercial de la empresa.

Este déficit quedó patente cuando Andic se apartó temporalmente de la primera línea de gestión en 2014, cediéndola a su hijo Jonathan. Entre 2015 y 2017, las ventas cayeron un 6% y las pérdidas acumuladas entre 2016 y 2018 ascendieron a casi 130 millones de euros.

Ante estos números, Andic recompuso su equipo directivo y encargó a Toni Ruiz reflotar las cuentas recuperando el ADN de Mango: un diseño propio, mediterráneo y de calidad.

Vacío difícil de llenar

A pesar de la destacada labor ejecutiva de Ruiz, el vacío estratégico que deja Andic será muy difícil de cubrir, según las fuentes consultadas.

El consejo de administración deberá tomar una decisión, aún sin fecha definida, mientras la empresa sigue lamentando la pérdida de su fundador.

La apertura del testamento influirá decisivamente en esta decisión. Las quinielas apuntan a que la presidencia no ejecutiva recaerá en la familia, y ahí la figura de Jonathan Andic, el primogénito y el que más experiencia acumula en la empresa, parece la más lógica.

Sin embargo, su perfil es más ejecutivo, ya que actualmente es director de Mango Man y miembro del comité de dirección. Además, su relación con su padre en los últimos años no ha sido idílica, aunque eso no ha impedido que mantuviera su presencia en las distintas sociedades del grupo Mango y de las patrimoniales de su padre.

El futuro de Mango

El futuro de Mango se decidirá en las próximas semanas. La empresa se enfrenta a un nuevo reto y deberá buscar la manera de mantener el legado de Andic y continuar creciendo en un mercado cada vez más competitivo.