La reforma laboral de 2021 ha reducido la temporalidad: ¿está cambiando o solo se reconvirtiendo la precariedad?
Tras décadas de elevadas tasas de temporalidad, la reforma laboral de 2021 ha conseguido reducirlas, acercándolas a la media de la Eurozona. Pero, ¿esta reducción se debe a una disminución real de la precariedad o simplemente a un cambio de forma?
Para analizar esta cuestión, debemos ir más allá de la tasa de temporalidad y examinar otros indicadores de precariedad, como los flujos de altas y bajas en la Seguridad Social y la duración real de los contratos.
Transformación de contratos temporales en indefinidos: un factor clave
Uno de los cambios más significativos observados es la transformación de contratos temporales en indefinidos. Según datos de la EPA, el número de asalariados con contrato temporal se ha reducido en 1,5 millones entre enero de 2022 y el primer trimestre de 2024, mientras que se han creado 2,3 millones de empleos indefinidos ordinarios y 226 mil fijos-discontinuos.
Esta transformación ha contribuido en gran medida a reducir los flujos de salida del empleo al desempleo, pasando del 3,3% en 2019 al 2,8% en 2023.
Los contratos fijos-discontinuos: una modalidad en aumento
Aunque la mayor parte de la reducción de la temporalidad se ha producido hacia contratos indefinidos ordinarios, también ha habido un aumento en el uso de contratos fijos-discontinuos. Estos contratos, pensados para ofrecer estabilidad a trabajadores en sectores de alta estacionalidad, han aumentado en torno a una sexta parte de la reducción de la temporalidad.
Si bien los contratos fijos-discontinuos ofrecen mayor protección que los temporales, su uso debe analizarse con cautela para garantizar que no se abusa de ellos y que los trabajadores tienen niveles mínimos de días de trabajo al año.
Estabilidad laboral en alza: rotación y supervivencia de los contratos
Además de la reducción de la temporalidad, también se observa una mayor estabilidad laboral en España. La tasa de rotación agregada del mercado de trabajo, medida como la suma de altas y bajas mensuales en la Seguridad Social, se ha reducido casi un 16% desde el ciclo expansivo de 2015-2019. Asimismo, los contratos laborales creados en 2022 presentan una probabilidad de supervivencia 5 puntos porcentuales superior a la de los contratados en 2017-2018.
Retos y oportunidades: mejorar aún más la estabilidad
Si bien la reforma laboral de 2021 ha mejorado notablemente la estabilidad del empleo en España, aún queda margen de mejora. Es necesario garantizar que el sector público avanza al mismo ritmo que el privado en la implementación de la reforma, y que los nuevos contratos indefinidos ofrecen una estabilidad similar a la que existía antes de 2021.
Por otro lado, el uso de contratos fijos-discontinuos debe ser vigilado para evitar su abuso y garantizar que los trabajadores tienen derechos y condiciones laborales adecuadas.
En conclusión, la reforma laboral de 2021 ha logrado reducir la temporalidad, mejorar la estabilidad laboral y reconducir la precariedad hacia formas más protegidas. Sin embargo, aún quedan retos y oportunidades para seguir avanzando hacia un mercado laboral más justo y estable.