Seat en peligro por los aranceles a los coches eléctricos importados de China
Seat está en peligro a causa de los aranceles que la Unión Europea ha impuesto a los coches eléctricos importados desde China. El Tavascán, el coche de mayor tamaño y de mayor precio de Cupra, se fabrica en una de las plantas de ese país que tiene Grupo Volkswagen, por lo que de momento se verá afectado por una tasa de importación de alrededor del 21%. La marca no prevé reducir el precio para no reducir su atractivo en pleno lanzamiento del modelo, por lo que el presidente de la compañía, Wayne Griffiths, ha señalado que “se estará perdiendo dinero” por coche.
Aranceles, un problema para el proyecto Tavascán
Seat y Grupo Volkswagen negocian con la Comisión Europea una fórmula para librar al vehículo, que ha sido diseñado en Barcelona y se produce en una planta europea, de los aranceles pensados para frenar la entrada de coches eléctricos baratos fabricados en el país asiático. Pero si no logran reducir esa tasa, Griffiths ha considerado la existencia de “un problema grande para el proyecto Tavascán” y que incluso “corre peligro nuestra empresa”.
Además de la procedencia del diseño del coche, el grupo defiende que todo el proyecto de fabricación en China se ideó antes de conocer la imposición de aranceles por parte de la Unión Europea a los productos chinos. Ahora, dicen, no hay marcha atrás. Replicar una inversión en Europa como la que se hizo en China para iniciar la producción y evitar así los aranceles es imposible, puesto que también sería un coste excesivo para el grupo. Y a eso se añade que el Tavascán, un vehículo eléctrico, es uno de los coches que tiene permitir elevar las ventas de coches eléctricos a la marca y evitar así las multas comunitarias si se superan las emisiones de CO2 impuestas por el Gobierno comunitario.
El Tavascán, un coche de gama alta
El Tavascán es un vehículo que tiene un precio de salida de 52.000 euros, lo que lo sitúa en la franja más alta de Seat. Era también un colchón de seguridad en la rentabilidad de la compañía española, que está buscando beneficios a través de la venta de coches más caros. Pero la decisión comunitaria, apoyada por el Gobierno español, puede echar al traste toda esa estrategia, según la compañía, que tiene la esperanza de seguir rebajando el gravamen a las importaciones. Empezó siendo de un máximo del 37,6%, se ha rebajado al 21% y el grupo estadounidense Tesla ha logrado rebajarla al 10%.
El problema arancelario está en la primera posición de las preocupaciones de Seat, que sigue preocupada por la caída de las ventas de coches eléctricos en Europa, pero sobre todo en España. Griffiths insiste en ese tema y hoy lo ha puesto por delante, incluso, del planteamiento de Volkswagen conocido ayer de considerar el cierre de fábricas en su propio país, Alemania. El presidente de Seat ha intentado evitar el temor ante ese riesgo, del que ha dicho: “No nos toca directamente”. Se ha escudado en el hecho de que Seat inició hace años un plan de reducción de costes y de plantilla que suponía el 30% de reducción de sus costes fijos.
Cupra lanza el Terramar
Cupra ha aprovechado la celebración de la Copa del América, de la que es patrocinador, para lanzar su nuevo modelo Terramar, un todocamino urbano que nace con la pretensión de erigirse en su segundo mayor modelo por ventas. Es la penúltima novedad que tiene preparada en esta segunda etapa tras su nacimiento hace seis años. Supone la incorporación de Cupra en un nuevo segmento de vehículos a la búsqueda de nuevos clientes y una de plataformas con las que la enseña de Seat quiere alcanzar el hito del medio millón de vehículos al año.
En la primera mitad de este año, solo Cupra ha comercializado algo más de 125.000 coches, lo que da idea del recorrido todavía existente. En todo caso, el Terramar es una fórmula más de Cupra, con motorizaciones de combustión e híbridas (también enchufable), lo que combina con la actual situación de transición en la que el coche eléctrico no acaba de despegar. De hecho, Mikel Palomera, director general de Seat, ha señalado que el 35% del mercado español (sin tener en cuenta las empresas alquiladoras) lo copan coches híbridos.