El bilingüismo como herramienta para potenciar habilidades cognitivas en niños con autismo

En un giro inesperado, investigaciones recientes están explorando el bilingüismo no solo como una ventaja cultural, sino como una posible herramienta para mejorar las habilidades cognitivas en niños dentro del espectro autista (TEA). Tradicionalmente, el aprendizaje de un segundo idioma no se ha considerado parte integral de las estrategias de intervención para el autismo. Sin embargo, los hallazgos están revelando que el constante ejercicio mental que implica alternar entre dos lenguas podría ofrecer beneficios significativos.

¿Cómo el bilingüismo impacta el funcionamiento ejecutivo?

Lucina Uddin, profesora de psiquiatría y psicología del desarrollo en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), está liderando investigaciones en esta área. Según Uddin, citada en un artículo de El Imparcial (Pérez, 2025), el bilingüismo podría estar mejorando la inhibición cognitiva, un componente crucial del funcionamiento ejecutivo. El funcionamiento ejecutivo abarca habilidades como la toma de decisiones, la resolución de problemas y la regulación emocional. Estas habilidades son fundamentales para la adaptación y el éxito en la vida diaria.

Metodología de la investigación

El equipo de Uddin llevó a cabo un estudio con 116 niños de entre 7 y 12 años, incluyendo 53 con diagnóstico de TEA. Dentro de este grupo, 21 eran bilingües o multilingües. El estudio también incluyó 35 niños neurotípicos, algunos de los cuales también eran bilingües. Los idiomas más comunes entre los participantes fueron inglés y español, aunque también se encontraban niños que hablaban francés, hebreo, portugués, japonés o búlgaro.

Para evaluar las habilidades cognitivas, los investigadores utilizaron cuestionarios completados por los padres. Estos cuestionarios medían aspectos como la capacidad de comprender diferentes perspectivas y la competencia en comunicación social. Los resultados revelaron que los niños bilingües, tanto neurotípicos como con TEA, demostraron un mejor control de impulsos en comparación con aquellos que solo hablaban un idioma.

Beneficios observados: Control de impulsos y perspectiva social

«Observamos una relación entre el multilingüismo y una mejor capacidad para adoptar perspectivas ajenas», señalaron los investigadores en su informe, según informa El Imparcial (Pérez, 2025). Esta observación sugiere que el manejo de múltiples idiomas puede estar obligando a los hablantes a evaluar constantemente el contexto y las señales sociales para elegir el idioma adecuado. Esta constante evaluación podría estar afinando su sensibilidad hacia el lenguaje en general, facilitando la comprensión de la comunicación en distintos niveles.

El constante cambio de idiomas demanda un ejercicio mental continuo, requiriendo inhibir una lengua mientras se usa la otra, lo que a su vez fortalece la capacidad de autorregulación y control de impulsos. Este proceso mental, inherente al bilingüismo, podría estar directamente relacionado con las mejoras observadas en el funcionamiento ejecutivo de los niños con TEA.

Implicaciones prácticas y futuras investigaciones

Este estudio está sugiriendo que fomentar el bilingüismo en casa no solo tiene beneficios culturales y comunicativos, sino que también podría servir como una estrategia natural para fortalecer habilidades cognitivas clave en niños con autismo. Si bien los resultados son prometedores, los expertos recomiendan realizar más estudios para comprender mejor los mecanismos exactos detrás de este fenómeno. La investigación de Uddin y su equipo, publicada en la revista Autism Research, abre una puerta a nuevas estrategias de intervención y apoyo para niños con TEA.

Más allá del lenguaje: Un enfoque holístico

Es importante destacar que el bilingüismo no es una cura para el autismo, sino una herramienta que puede complementar otras terapias y enfoques. El autismo es un espectro amplio y complejo, y cada niño es único. Sin embargo, esta investigación está resaltando el potencial del bilingüismo como un recurso valioso para apoyar el desarrollo cognitivo y social de los niños con TEA. Al estar aprendiendo un segundo idioma, los niños están ejercitando constantemente sus habilidades cognitivas, mejorando su capacidad de atención y flexibilidad mental. Esta flexibilidad mental puede traducirse en una mayor capacidad para adaptarse a diferentes situaciones y comprender diferentes perspectivas.

Además, el aprendizaje de un segundo idioma puede abrir puertas a nuevas culturas y experiencias, enriqueciendo la vida de los niños con TEA y fomentando su inclusión social.

El futuro de la investigación

La investigación en esta área continúa, y los científicos están explorando los mecanismos exactos por los cuales el bilingüismo impacta el cerebro de los niños con TEA. Se espera que futuras investigaciones puedan identificar los tipos de intervenciones bilingües más efectivas y los grupos de niños que más se benefician de ellas. Mientras tanto, este estudio está ofreciendo una nueva perspectiva sobre el potencial del bilingüismo como una herramienta para apoyar el desarrollo de los niños con autismo.

Referencia