Las aguas negras son una valiosa fuente de información para la salud pública

Investigadoras de la UNAM desarrollan técnicas para detectar enfermedades en aguas residuales

Las aguas residuales, comúnmente conocidas como aguas negras, son una fuente valiosa de información para monitorear la salud pública. Estas aguas pueden contener bacterias y virus provenientes de los desechos humanos, lo que permite a los investigadores identificar y rastrear enfermedades infecciosas.

En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un equipo de investigadoras liderado por Luz de María Bretón Deval ha desarrollado técnicas innovadoras para analizar las aguas negras y detectar enfermedades en la población. Estas técnicas permiten identificar microorganismos patógenos, parásitos y virus, así como monitorizar la resistencia a los antibióticos.

El equipo de la UNAM ha aplicado sus técnicas en diversos cuerpos de agua, incluyendo ríos, lagos y el mar. Sus estudios han demostrado que las aguas negras pueden proporcionar información temprana sobre brotes de enfermedades, como sucedió durante la pandemia de COVID-19. Al detectar un aumento en la carga viral en las aguas residuales, los investigadores pudieron alertar a las autoridades sanitarias y facilitar la implementación de medidas preventivas.

Además de detectar enfermedades, las técnicas desarrolladas por las investigadoras de la UNAM también pueden proporcionar información sobre el consumo de antibióticos en la población. El uso excesivo de antibióticos puede contribuir a la resistencia a los medicamentos, un problema creciente de salud pública. Al analizar las aguas negras, los investigadores pueden identificar patrones de consumo de antibióticos y desarrollar estrategias para promover un uso más responsable.

Las investigadoras destacan la importancia de separar las aguas residuales en tres categorías: aguas negras, aguas grises y aguas pluviales. Las aguas grises, provenientes de lavabos, duchas y lavadoras, contienen menos materia orgánica y patógenos que las aguas negras, lo que las hace más fáciles y económicas de tratar. El tratamiento de las aguas negras es esencial para proteger la salud pública y el medio ambiente, y las técnicas desarrolladas por el equipo de la UNAM representan una valiosa herramienta en este esfuerzo.

Si detectamos que la población tiene cierto microorganismo, parásitos o virus, podemos atacarlo más puntualmente con visitas médicas muy enfocadas a tal problema; hacer estrategias públicas, por ejemplo, para atender o prevenir enfermedades entéricas.

Luz de María Bretón Deval, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM