¿Usar el celular en la cama afecta tu sueño? Un estudio revela los riesgos
En la era digital, el uso de dispositivos electrónicos se ha convertido en una parte integral de nuestra vida diaria. Sin embargo, un reciente estudio realizado en Noruega, publicado en la revista científica Frontiers in Psychiatry, está arrojando luz sobre los efectos perjudiciales de usar el celular o la computadora en la cama antes de dormir. La investigación, que encuestó a 45,202 jóvenes adultos, revela cómo este hábito aparentemente inofensivo está alterando significativamente los patrones de sueño y contribuyendo al insomnio.

El impacto del uso de pantallas en la calidad del sueño
Según el estudio, pasar tan solo una hora frente a una pantalla en la cama aumenta el riesgo de insomnio en un alarmante 59 por ciento. Esto se traduce en una reducción de 24 minutos en el tiempo total de sueño. Este hallazgo subraya la importancia de comprender cómo la tecnología está afectando nuestra salud mental y física.
El Financiero (2025) informa que el estudio, realizado en Noruega, involucró a más de 45,000 jóvenes adultos y reveló un aumento significativo en el riesgo de insomnio asociado con el uso de pantallas antes de dormir.

¿Qué tipo de actividad es la más perjudicial?
Contrario a lo que se podría pensar, el estudio sugiere que el tipo de actividad realizada en el celular o la computadora no es tan relevante como el tiempo total dedicado a las pantallas. Ya sea navegar por redes sociales, ver videos o leer, lo que realmente importa es la exposición prolongada a la luz azul emitida por estos dispositivos. Gunnhild Johnsen Hjetland, del Instituto Noruego de Salud Pública y autora principal del estudio, señala: «El tipo de actividad (redes sociales, videos, fotos, etc.) no parece importar tanto como el tiempo total que se pasa frente a una pantalla en la cama».
Mecanismos subyacentes: ¿cómo las pantallas afectan el sueño?
Los investigadores creen que el uso de pantallas antes de dormir afecta el sueño de varias maneras. En primer lugar, la luz azul emitida por los dispositivos interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo sueño-vigilia. En segundo lugar, el contenido estimulante de las pantallas puede mantener el cerebro activo, dificultando la relajación y el sueño. Finalmente, el uso de pantallas puede desplazar el tiempo dedicado al descanso, ya que las personas tienden a acostarse más tarde y dormir menos.
El contexto del estudio: la salud del sueño en los jóvenes
El estudio se realizó en un contexto donde los problemas de sueño son cada vez más frecuentes entre los estudiantes universitarios. Estos problemas tienen implicaciones significativas para la salud mental, el rendimiento académico y el bienestar general. Los investigadores utilizaron la encuesta de Salud y Bienestar de los Estudiantes de 2022, un estudio representativo a nivel nacional de estudiantes noruegos, para explorar la relación entre las pantallas y los patrones de sueño.
Metodología del estudio: un análisis detallado
Los participantes en el estudio proporcionaron información detallada sobre sus hábitos de uso de pantallas, incluyendo el tiempo dedicado a ellas, el tipo de actividades realizadas y la hora de acostarse y levantarse. También informaron sobre la frecuencia con la que experimentaban problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidos, así como la frecuencia con la que se sentían somnolientos durante el día. El insomnio se definió como problemas para dormir y somnolencia diurna al menos tres veces por semana durante al menos tres meses.
Limitaciones del estudio y futuras investigaciones
Los autores del estudio reconocen que su investigación tiene algunas limitaciones. En primer lugar, el estudio se centra únicamente en Noruega, por lo que podría haber diferencias notables en la relación entre el uso de pantallas y el sueño a nivel mundial. En segundo lugar, el estudio no puede determinar la causalidad, es decir, si la utilización de pantallas causa insomnio o si los estudiantes con insomnio utilizan más las pantallas. En tercer lugar, el estudio no incluyó evaluaciones fisiológicas, que podrían aportar datos más precisos sobre los patrones de sueño. Hjetland (2025) señala que «Este estudio no puede determinar la causalidad... y tampoco incluyó evaluaciones fisiológicas».
A pesar de estas limitaciones, el estudio proporciona información valiosa sobre los efectos del uso de pantallas en el sueño. Los investigadores esperan que sus hallazgos puedan informar las políticas públicas y las intervenciones de salud destinadas a promover hábitos de sueño más saludables entre los jóvenes.
Recomendaciones para mejorar la calidad del sueño
A la luz de estos hallazgos, es fundamental tomar medidas para mejorar la calidad del sueño. Algunas recomendaciones incluyen:
- Evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarse.
- Establecer una rutina de sueño regular, acostándose y levantándose a la misma hora todos los días.
- Crear un ambiente de sueño oscuro, tranquilo y fresco.
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga.
- Consultar a un médico si se experimentan problemas de sueño persistentes.
En conclusión, el estudio noruego subraya la importancia de ser conscientes de los efectos del uso de pantallas en nuestra salud del sueño. Al tomar medidas para limitar la exposición a la luz azul y adoptar hábitos de sueño más saludables, podemos mejorar nuestra calidad de vida y bienestar general. Según El Financiero (2025), es crucial que los jóvenes, en particular, tomen conciencia de estos riesgos y adopten medidas preventivas.