El exceso de colesterol puede representar riesgos para la salud cardiovascular. Hay varios trastornos relacionados con los niveles elevados de colesterol, como la dislipemia y la hipercolesterolemia. El colesterol LDL es considerado perjudicial ya que puede acumularse en las arterias y obstruir el flujo sanguíneo. Por otro lado, el colesterol HDL ayuda a eliminar el exceso de colesterol en la sangre. Los niveles de colesterol recomendados son: colesterol total: menos de 200 mg/dl, colesterol LDL: menos de 100 mg/dl, colesterol HDL: más de 60 mg/dl.

El colesterol alto no presenta síntomas específicos, por lo que es necesario realizar análisis de sangre periódicos para evaluar los niveles. Algunas condiciones médicas y factores de riesgo pueden aumentar los niveles de colesterol, como los antecedentes familiares, el sobrepeso, los alimentos altos en grasas, la diabetes y la enfermedad renal. Para controlar los niveles de colesterol, se recomienda seguir una dieta saludable, consumir aceite de oliva, frutas, verduras y pescado azul. Además, se aconseja combinar una alimentación adecuada con ejercicio regular y realizar chequeos médicos periódicos.