El peculiar origen del color rosa de los flamencos

Los flamencos son aves zancudas conocidas por su característico plumaje rosado. Sin embargo, no nacen con este tono, sino que lo adquieren a través de su alimentación.

El color rosado de los flamencos proviene de su dieta rica en carotenoides, pigmentos que se encuentran en las algas, larvas de mosca de la salmuera y camarones que consumen.

Una vez ingeridos, estos pigmentos se descomponen en el organismo y se depositan en las plumas y la piel, generando ese tono rosado tan distintivo. Para que los flamencos adquieran su color, es necesario que consuman grandes cantidades de estos carotenoides.

En contraste, los humanos tendrían que consumir una enorme cantidad de zanahorias (ricas en carotenoides) para observar un cambio visible en su tono de piel.

Los flamencos habitan principalmente en áreas pantanosas, lagunas y salinas de América, África, Europa y Asia. Pertenecen a la familia Phoenicopteridae y se distinguen por sus patas largas y delgadas, y su pico curvado hacia abajo, especializado para filtrar alimentos del agua.

Son animales sociales que suelen vivir en grandes colonias, lo que les ayuda a protegerse de depredadores y a facilitar la crianza de sus polluelos.

Además de su elegancia y colorido, los flamencos son conocidos por sus elaboradas exhibiciones de cortejo, donde realizan movimientos sincronizados en grupo para atraer a posibles parejas.

Existen seis especies de flamencos que se distribuyen por distintos puntos del planeta. La variedad en sus hábitats y alimentación provoca que sus plumas presenten distintos matices, desde rosados oscuros o brillantes hasta naranjas, rojos o incluso blancos. Las estaciones y el clima también influyen en estas variaciones.

Según el medio Britannica.com, la clave del color rosado de los flamencos está en lo que comen. El característico color rosado de los flamencos proviene de su dieta rica en betacaroteno, un pigmento que se encuentra en algas, larvas de mosca de la salmuera y camarones que consumen.

En contraste, los humanos tendrían que consumir una enorme cantidad de zanahorias (ricas en carotenoides) para observar un cambio visible en su tono de piel.

Los flamencos habitan principalmente en áreas pantanosas, lagunas y salinas de América, África, Europa y Asia. Pertenecen a la familia Phoenicopteridae y se distinguen por sus patas largas y delgadas, y su pico curvado hacia abajo, especializado para filtrar alimentos del agua.

Son animales sociales que suelen vivir en grandes colonias, lo que les ayuda a protegerse de depredadores y a facilitar la crianza de sus polluelos.

Además de su elegancia y colorido, los flamencos son conocidos por sus elaboradas exhibiciones de cortejo, donde realizan movimientos sincronizados en grupo para atraer a posibles parejas.

Seis especies de flamencos se distribuyen por distintos puntos del planeta, y la variedad en sus hábitats y alimentación provoca que sus plumas presenten distintos matices. Algunas aves muestran colores rosados más oscuros o brillantes, mientras que otras adoptan tonos naranjas, rojos o incluso blancos. Las estaciones y el clima también juegan un papel importante en estas variaciones.