Detenido el presunto asesino de dos guardias civiles arrollados por una narcolancha en Barbate

Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Comandancia de Cádiz de la Guardia Civil han detenido en la madrugada de este jueves a Karim El Baqqali, de 32 años, acusado de ser el piloto de la narcolancha que en la noche del pasado 9 de febrero mató en el puerto de Barbate a los agentes del instituto armado Miguel Ángel González y David Pérez al embestir la embarcación en la que iban las víctimas junto a otros cuatro compañeros.

"Todos los integrantes de la narcolancha actuaron con la intención clara e inequívoca de acabar con la vida de los guardias civiles que tripulaban la embarcación oficial, con un claro desprecio por sus vidas", destacaba un informe de la Guardia Civil incorporado al sumario en mayo.

El arresto de El Baqqali se ha producido en la misma localidad gaditana donde se produjo el crimen después de que el supuesto autor del doble crimen, perteneciente a una organización especializada en portear alijos de hachís desde Marruecos a la Península, hubiera permanecido oculto desde el suceso en el país norteafricano, de donde es originario.

La bautizada como Operación Memorial no está, sin embargo, aún cerrada

Por estos hechos se busca a otras tres personas, también ocupantes de la narcolancha, que ya han sido plenamente identificados y para los que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate, que investiga los hechos, ha emitido sendas órdenes internacionales de detención al tenerse constancia de que abandonaron España poco después del crimen.

Una investigación compleja

La detención de El Baqqali, aunque no cierra del todo la investigación, sí supone un avance considerable en unas pesquisas que sufrieron en mayo un brusco giro. Hasta entonces, estaban en prisión seis personas que habían sido detenidas pocas horas después del suceso como presuntas autoras del asesinato de los dos agentes. Sin embargo, un informe de la Guardia Civil que analizó exhaustivamente las imágenes de aquel suceso, entre ellas las grabadas con su teléfono móvil por uno de los arrestados y las registradas por la Go-Pro (pequeña cámara resistente al agua) que llevaba en el casco uno de los agentes, descartó que fueran ellos al constatar que, si bien también estaban aquella noche en una narcolancha en el puerto de Barbate, no había sido su embarcación la que había arrollado a los agentes.

Cuando declararon ante la juez que instruía la causa, todos ya se habían declarado inocentes y uno de ellos aseguró que él conocía al piloto de la narcolancha que atacó la zodiac del instituto armado, al que identifica como un tal “Karim” y que tanto este como el resto de sus ocupantes “eran marroquíes”.

La lucha contra el narcotráfico

Tras conocerse su arresto, Justicia para la Guardia Civil (Jucil, la asociación mayoritaria entre los miembros del instituto armado) ha lanzado un comunicado en el que muestra su “alegría” por la noticia y reclama a Interior que declare el Campo de Gibraltar Zona de Especial Singularidad dada su peligrosidad. Esto supondría que los agentes de las fuerzas de seguridad allí destinados recibieran un incentivo económico como se instauró, por ejemplo, en el País Vasco por la amenaza terrorista de ETA.

Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha destacado este jueves tras conocerse el arresto que la investigación de la Guardia Civil ha sido “compleja” y ha insistido en el compromiso de su departamento en la lucha “contra todas las organizaciones criminales que ponen en serio riesgo los valores y la convivencia”.

Durante los funerales por los dos agentes fallecidos, Grande-Marlaska fue abucheado por parte de los asistentes a la ceremonia y se vivieron momentos de tensión cuando la viuda de uno de los agentes rechazó que el ministro colocase una condecoración sobre el féretro. El suceso también alimentó la crispación política entre PSOE y PP.