La política valenciana en vilo: Ediles no adscritos inclinan la balanza hacia PP y Vox

En un giro inesperado, la política del Ayuntamiento de Valencia está experimentando una transformación significativa. Dos concejales, Juan Manuel Badenas y Cecilia Herrero, quienes recientemente se desvincularon de Vox, están ahora colaborando con el Partido Popular (PP) y Vox, alterando el equilibrio de poder en las comisiones municipales. Según Vázquez, C. (2025), esta alianza permite al bloque de gobierno liderado por la alcaldesa María José Catalá mantener la mayoría en las decisiones clave.

¿Qué está pasando en el Ayuntamiento?

El pleno municipal de este martes fue escenario de intensos debates sobre la composición de las comisiones permanentes. Mientras el PP defiende que el nuevo reparto cuenta con el respaldo legal necesario, Compromís y el PSPV argumentan que no se respeta la representación proporcional de cada grupo político, generando tensiones y acusaciones de «trampear» para mantener el control.

Julia Climent, tercera teniente de alcalde y figura clave del gobierno, está defendiendo el nuevo sistema de voto ponderado. Este sistema, que está siendo objeto de controversia, está ampliando el número de miembros de las comisiones de 7 a 9 para integrar a los concejales no adscritos, quienes han decidido no renunciar a sus actas. De acuerdo con Ediciones EL PAÍS S.L. (2025), se espera que el Consell Jurídic Consultiu emita un dictamen definitivo sobre la legalidad de esta composición.

El nuevo reparto de fuerzas

El nuevo panorama político en Valencia se define de la siguiente manera:

  • PP: 13 concejales.
  • Vox: 2 concejales (con voto ponderado de 0.5 cada uno).
  • Concejales no adscritos: 2 concejales (con voto ponderado de 0.25 cada uno).
  • Compromís: 9 concejales.
  • PSPV-PSOE: 7 concejales.

Con este nuevo esquema, los votos de Badenas y Herrero se están convirtiendo en factores decisivos para la gobernabilidad. Robles, P. (2025) portavoz de Compromís, está acusando a Catalá de «intentar cambiar el resultado de las urnas» y cuestionando las supuestas «prebendas» ofrecidas a los ediles no adscritos.

Reacciones de la oposición

La oposición no está quedándose callada. María Pérez, portavoz adjunta socialista, califica la situación como «democráticamente inaceptable», argumentando que la nueva composición de las comisiones distorsiona la proporcionalidad del pleno y disminuye el valor de los votos de la oposición.

Las tensiones son palpables y las acusaciones cruzadas intensas. Mientras tanto, José Gosálbez, el nuevo portavoz de Vox, está asegurando que su partido «sigue donde estaba», manteniendo su participación en el gobierno local a pesar de la reducción de su representación.

El futuro político de Valencia

La situación actual está generando incertidumbre sobre el futuro político de Valencia. Cecilia Herrero ha confirmado que continúa en la Junta de Gobierno Local y mantiene sus competencias en tres áreas municipales, gracias a la confianza de la alcaldesa. Por su parte, Juan Manuel Badenas ha manifestado su compromiso de «preservar que haya un gobierno sólido, fuerte y eficaz».

Los votos en juego

En una reciente votación, Badenas y Catalá se unieron a PP y Vox para rechazar una moción de Compromís relacionada con la gestión de la dana del pasado octubre. Sin embargo, en otro punto crucial, sobre un nuevo convenio con el Valencia CF y la construcción del nuevo Mestalla, el bloque de gobierno mostró divisiones, evidenciando la fragilidad de la situación política actual.

En resumen, la política valenciana está viviendo un momento crucial, con los concejales no adscritos jugando un papel determinante en el equilibrio de poder. El futuro de la ciudad y su gobernabilidad dependen en gran medida de las decisiones que se tomen en los próximos días y meses. Según Ediciones EL PAÍS S.L. (2025), todas las posibilidades están abiertas, y el desenlace aún está por verse.