El ayuno, una antigua práctica con nuevos y prometedores beneficios

El ayuno, una práctica que se remonta a tiempos ancestrales, ha experimentado un resurgimiento en los últimos años debido a los prometedores resultados de estudios sobre sus efectos en la salud. Se ha demostrado que el ayuno contribuye a la pérdida de peso, reduce la inflamación y, según estudios recientes, podría incluso prolongar la vida y mejorar su calidad.

En concreto, un estudio realizado por la Universidad Libre de Berlín (Alemania) ha confirmado que el ayuno puede aumentar la longevidad y la calidad de vida, y estos efectos se atribuyen al aumento de la espermidina, una poliamina producida naturalmente por el organismo.

La espermidina, clave en los efectos beneficiosos del ayuno

Los investigadores, dirigidos por el neurobiólogo Stephan Sigrist, analizaron el impacto del ayuno en aspectos como la forma física, la duración de la salud y la esperanza de vida. El estudio, que contó con la participación de veinte universidades bajo la dirección de la Universidad de Graz, se publicó en la revista Nature Cell Biology.

Investigaciones previas del equipo de Sigrist habían demostrado que la suplementación dietética con espermidina podía ralentizar el proceso de envejecimiento en modelos animales. Los resultados del nuevo estudio sugieren que este compuesto juega un papel crucial en los efectos beneficiosos del ayuno.

El ayuno, difícil de integrar en la vida cotidiana

A pesar de sus beneficios potenciales, el ayuno puede ser difícil de integrar en la vida cotidiana y mantener a largo plazo. Por ello, los investigadores están estudiando sustancias capaces de imitar los efectos positivos del ayuno en el organismo, conocidas como "miméticos del ayuno".

Entre estas sustancias se encuentra la espermidina, que posee propiedades miméticas del ayuno. Los niveles de espermidina disminuyen con la edad, y su administración en forma de suplementos dietéticos ha demostrado ralentizar los procesos de envejecimiento en modelos animales.

El laboratorio de Sigrist ha demostrado que la administración de espermidina activa un proceso molecular llamado hipusinación, que potencia la actividad mitocondrial en el cerebro, protegiendo así la función cognitiva en modelos animales envejecidos.

Estudio en la mosca de la fruta Drosophila

El laboratorio de Sigrist participó en un estudio internacional dirigido por Sebastian Hofer y Frank Madeo de la Universidad de Graz, que investigó sistemáticamente los mecanismos y efectos moleculares del ayuno, así como el papel potencial de la espermidina.

Los investigadores examinaron hasta qué punto los efectos del ayuno en la mosca de la fruta Drosophila dependían de la hipusinación mediada por espermidina. "Como era de esperar, los procesos de ayuno mejoraron la forma física, la duración de la salud y la esperanza de vida", afirma Sigrist.

"El hallazgo clave del estudio es que este aumento de la vitalidad inducido por el ayuno dependía estrictamente de un aumento de la concentración de espermidina del propio organismo", añade. Las intervenciones farmacológicas y genéticas en modelos animales demostraron que los efectos positivos del ayuno quedaban abolidos cuando se impedía el aumento de espermidina.

Beneficios más allá de la longevidad

El consorcio de investigación también descubrió que el ayuno podía influir positivamente en la inflamación crónica, como la artritis, y en la función cardíaca en modelos animales envejecidos. Sin embargo, esto solo se observó cuando no se alteró experimentalmente el aumento natural de espermidina en el organismo.

A nivel molecular, se demostró que el proceso molecular de hipusinación inducido por la espermidina es crucial para los efectos protectores del ayuno. Además, también se demostró que es esencial la inducción de la autofagia, un proceso de limpieza celular que elimina los desechos celulares asociados al envejecimiento.

Según los investigadores, estos hallazgos representan un avance significativo en el desarrollo de estrategias científicas que puedan aprovechar los efectos del ayuno para ralentizar el deterioro físico durante el envejecimiento.