Manuel Palomino, el ex Director General de Salud de Baleares, comparece ante la Comisión de Investigación del Congreso

El ex Director General de Salud del Gobierno de Baleares durante la pandemia, Manuel Palomino, ha comparecido este lunes ante la Comisión del Congreso que investiga los contratos de material sanitario para explicar la compra de 1,4 millones de mascarillas cuestionada en esa comunidad.

Palomino ha detallado el proceso técnico de contratación, situando su origen en una llamada desde la centralita del Ministerio de Fomento. Ha destacado que sólo habló una vez con el ex asesor de ese ministerio, Koldo García, y que la empresa adjudicataria, Soluciones de Gestión, era una más de las 73 empresas contactadas.

Palomino ha asegurado que las mascarillas resultaron no ser válidas para uso sanitario, pero sí para otros servicios, y que la reclamación posterior a la empresa se realizó en tiempo y forma. Ha negado haber recibido ninguna orden o presión de la entonces presidenta balear, Francina Armengol, ni de ningún miembro de su Gobierno o del Ejecutivo central.

El 'caso Koldo' en Baleares

Palomino ha explicado que recibió una llamada de la centralita del Ministerio de Fomento en abril de 2020, en la que le preguntaron si el Gobierno balear estaba interesado en participar en una compra masiva de mascarillas promovida por ese departamento.

Palomino aceptó la oferta y habló con Koldo García, quien le proporcionó el contacto de Íñigo Rotaeche, apoderado de Soluciones de Gestión. Palomino ha intentado situar a esta empresa como una más de las 73 con las que se negoció en aquellos días.

Palomino ha precisado que ya no habló más ni con Koldo García ni con Rotaeche porque no le gusta que la Administración negocie precios o partidas y entiende que lo que debe hacer es documentarlo todo.

Las mascarillas y la reclamación

Baleares firmó el 26 de abril de 2020 la compra de 1,4 millones de mascarillas sanitarias por 3,7 millones de euros, al precio de 2,5 euros por unidad, para distribuir entre los trabajadores de servicios asistenciales.

Palomino ha detallado la cadena de filtros, auditorías, inspecciones y certificados que pasó ese contrato para demostrar que se había hecho legalmente de acuerdo a las circunstancias (en ese momento el Gobierno central había dejado en suspenso las obligaciones de la ley de contratos, para agilizar las compras).

El exdirector general de Salud ha sostenido que esas mascarillas compradas eran útiles, pero que la Administración llegó a la conclusión de que no eran las que figuraban en el pedido y constató que tenían un código diferente al de las mascarillas de uso sanitario. Por eso, más adelante, presentó una reclamación ante la empresa.

Palomino ha explicado que el Gobierno decidió entonces destinar ese stock a una reserva de seguridad para proteger a otros colectivos esenciales no sanitarios ante posibles brotes futuros de la pandemia.

Reacciones de los diputados

Los diputados del PP y Vox han dicho no creerse nada de lo expuesto por Palomino y se han centrado mucho en la demora de la reclamación para intentar demostrar que Baleares no reclamó antes para beneficiar a Soluciones de Gestión y a la supuesta trama de Koldo García.