El fiscal general se niega a dimitir: "Sería una concesión a los delincuentes"
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, compareció este martes en el Senado para dar cuenta de las actuaciones de la Fiscalía. Sin embargo, su comparecencia estuvo marcada por el duro ataque del Partido Popular (PP) y Vox, que le exigieron su dimisión.

Acusaciones del PP y Vox
La senadora del PP, Pepa Pardo, acusó a García Ortiz de actuar "al más puro estilo de un vulgar delincuente", mientras que Paloma Gómez, de Vox, aseguró que "tiene la vida y el prestigio totalmente destrozados". Le acusaron de "indecencia", "servilismo" y de "dinamitar el Estado de derecho".

Defensa del fiscal general
García Ortiz evitó el enfrentamiento directo y se defendió con ardor. Negó las acusaciones y aseguró que no piensa dimitir porque eso constituiría "una concesión a los delincuentes". Subrayó que su nombramiento es legítimo y que su posición no le permite "entrar al combate político".

El borrado de datos
Una de las actuaciones más cuestionadas de García Ortiz es el borrado de los datos de sus dispositivos electrónicos. El fiscal apeló a las leyes nacionales y europeas de protección de datos que recomiendan su destrucción periódica. No solo reivindicó el "derecho" a defender su "intimidad", sino que recalcó que en sus teléfonos y su correo electrónico hay mucha otra información sensible que concierne a terceras personas.
"Inversión de la carga de la prueba"
García Ortiz también denunció ser víctima de lo que en derecho se llama la "inversión de la carga de la prueba". "La inocencia se presume. Por ser fiscal general del Estado no lo soy más, pero tampoco menos. Ningún ciudadano está obligado a demostrar su inocencia", concluyó.
"Para mí sería más cómodo marcharme, desde el punto de vista profesional, familiar y personal. Pero no lo haré porque tengo que defender mis valores y las instituciones". - Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado