¿Qué le sucede a tu cerebro cuando no duermes 24, 48 o 72 horas?
La falta de sueño es un problema cada vez más común en la sociedad actual. Las personas se obsesionan con dormir poco, comparando sus horas de sueño (o falta de ellas) con las de sus amigos y familiares. Esta preocupación ha dado lugar a un floreciente mercado de ayudas para dormir, como tés, suplementos y dispositivos inteligentes.
Si bien la falta de sueño a corto plazo puede afectar nuestro aspecto, bienestar y funcionamiento, los períodos prolongados sin dormir pueden tener consecuencias mucho más graves para nuestra salud.
Después de 24 horas sin dormir
Después de 24 horas sin dormir, comenzamos a experimentar microsueños involuntarios que pueden durar hasta 20 segundos. Estos son períodos automáticos de sueño que son difíciles de evitar.
Aunque no suelen presentarse problemas graves de salud por la falta de sueño a corto plazo, pueden ocurrir serias consecuencias debido a déficits en nuestra atención y tiempos de reacción.
Un estudio reveló que 24 horas sin sueño afectan los procesos cognitivos esenciales para realizar muchas tareas cotidianas, aumentando el riesgo de cometer errores y sufrir accidentes. Otro estudio encontró que por cada hora de sueño perdida, el riesgo de un accidente de tráfico aumentaba un 13 % en la población general y un 22 % en aquellos que no reportaban sentirse excesivamente somnolientos.
Después de 48 horas sin dormir
Cuando has estado despierto durante 36 horas, tanto el rendimiento cognitivo como la salud física se ven gravemente afectados. Las habilidades de reacción ya están deterioradas, y resulta mucho más difícil procesar nueva información.
Incluso las habilidades visuales, como el reconocimiento, se ven afectadas, y podrías experimentar visión borrosa.
La investigación indica que estar sin dormir tanto tiempo puede provocar un aumento en la presión arterial y niveles altos de marcadores inflamatorios en la sangre. Esto se debe a que el cuerpo libera cortisol, la hormona del estrés, para mantenernos alerta.
Esta actividad hormonal puede afectar nuestro metabolismo, aumentando el apetito y provocando antojos de alimentos azucarados y con almidón.
A este punto, es probable que te sientas irritable, agotado y apático.
Después de 72 horas sin dormir
Después de dos días sin dormir, no solo será difícil mantenerte despierto, sino que también experimentarás problemas incluso para realizar tareas sencillas.
Además de sentir ansiedad e irritabilidad, puedes volverte más impulsivo, experimentar depresión, euforia y cambios de humor extremos.
Los microsueños involuntarios se incrementan, lo que puede resultar peligroso si intentas seguir con tu día a día.
Además, comienzan a aparecer consecuencias más graves para la salud. Las investigaciones sugieren que el sistema inmunológico se ve comprometido después de 48 horas sin dormir.
La privación extrema de sueño se manifiesta después de tres días sin descanso. La percepción se ve afectada y podrías empezar a experimentar alucinaciones y delirios.
Debido a los peligros de la privación prolongada de sueño, existen muy pocos estudios que revelen sus efectos, ya que se consideran no éticos. Sin embargo, una investigación con astronautas que permanecieron despiertos durante 72 horas identificó un aumento en la frecuencia cardíaca, cambios extremos de humor y una capacidad reducida para procesar información.
Factores que influyen en la respuesta a la privación del sueño
- Genética: Existe una gran variabilidad individual en la respuesta a la privación del sueño, y gran parte de esta variabilidad es genética.
- Edad: El insomnio aumenta con la edad debido a los cambios naturales en los ritmos circadianos.
- Sexo: Las mujeres tienden a tener una deuda de sueño mayor que los hombres y necesitan más tiempo de sueño para recuperarse.
Consecuencias de la privación crónica del sueño
La privación crónica del sueño no solo afecta el estado de ánimo, el rendimiento y las funciones cognitivas a corto plazo, sino que también está relacionada con un aumento de los riesgos para la salud, como:
- Depresión
- Ansiedad
- Cáncer
- Enfermedades cardíacas
- Accidente cerebrovascular
- Demencia
- Obesidad
- Diabetes
Recuperación de la privación del sueño
Es posible recuperarse de un período de privación de sueño, pero lleva tiempo. No se trata de saldar tu deuda de sueño en una sola noche. Si una noche duermes muy mal, probablemente necesitarás dos o tres noches para recuperarte.
Con pequeños ajustes en tus hábitos, puedes mejorar la calidad de tu sueño y disfrutar de sus beneficios a largo plazo.