Vecinos expropiados por la ampliación del IVAM que nunca se hizo: "Es una vergüenza"
El proyecto mediático que nunca se concretó dejó un triste legado en el barrio del Carmen de Valencia: un solar abandonado que ahora es refugio de personas sin hogar.
Las promesas incumplidas
En 2003, el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) anunció un ambicioso proyecto de ampliación diseñado por el prestigioso estudio japonés Sanaa. El proyecto, que contaba con un presupuesto de cinco millones de euros, prometía una nueva piel metálica translúcida para el edificio existente y un auditorio en el actual solar de esculturas.
Sin embargo, el proyecto nunca llegó a materializarse. Tras la crisis de 2008, el IVAM se vio obligado a recortar su presupuesto y el proyecto de ampliación quedó en el olvido.
Un solar abandonado
El solar que iba a albergar el nuevo auditorio se convirtió en un espacio abandonado, lleno de maleza y escombros. En los últimos años, se ha convertido en un refugio para personas sin hogar, que han instalado tiendas de campaña y colchones entre las esculturas.
La lucha de los vecinos
Los vecinos del barrio del Carmen llevan años luchando para que el IVAM cumpla sus promesas. En 2019, lograron que el museo retirara las esculturas y creara un "Pati Obert", un espacio inconcluso entre jardín y solar.
Sin embargo, los vecinos siguen insatisfechos. "Es una vergüenza", dice Lola Castelló, una vecina que fue expropiada de su casa para la ampliación del IVAM. "Nos tiraron para nada, con los solares que había y hay en el barrio".
El futuro del solar
El IVAM está trabajando actualmente en un nuevo proyecto para el solar. El proyecto incluye la retirada de las esculturas, el ajardinamiento de la zona y la mejora de la vigilancia. El museo también está estudiando la posibilidad de incorporar la fachada al proyecto.
Los vecinos esperan que el nuevo proyecto sea un verdadero beneficio para el barrio. "Queremos un espacio público que podamos disfrutar todos", dice Toni Casola, dirigente histórico de la asociación Amics del Carme.
"Cuando las cosas empiezan mal, acaban peor", resume Lola Castelló.
