La vida en la Tierra es casi 1.500 millones de años más antigua de lo que se pensaba

Un nuevo análisis científico retrasa el origen de la vida en la Tierra hasta hace casi 2.000 millones de años.

El árbol de la vida se amplía

Gracias al registro fósil de huesos y caparazones, sabemos cómo han evolucionado los animales y cómo se han extinguido algunos en los últimos 500 millones de años. Ahora, un nuevo análisis científico ha ampliado el árbol de la vida hasta hace casi 2.000 millones de años.

El nuevo catálogo se ha basado en una recopilación mundial de datos fósiles y muestra las oscilaciones en el recuento de especies de la vida antigua.

Una nueva era de la vida

El trabajo, cuyos detalles se publican en la revista Science, es un análisis de alta resolución de la diversidad global del Eón Proterozoico, hace entre 2.500 y 539 millones de años, cuando la vida (principalmente pequeños organismos y esponjas que no eran capaces de desarrollar esqueletos minerales) dejó menos rastros fósiles para estudiar.

El registro ha sido realizado por el Instituto Politécnico de la Universidad de Virginia y hecho en colaboración con investigadores de las academias de ciencias de Rusia y China, y de las universidades de California en Santa Bárbara, Princeton, Missouri y la de California en Riverside.

Los primeros eucariotas evolucionaron más tarde hasta convertirse en los organismos pluricelulares a los que se atribuye el inicio de una nueva era de la vida en la Tierra: animales, plantas y hongos.

Evolución acelerada después de las glaciaciones

El nuevo análisis revela que aunque las especies antiguas evolucionaran más lentamente y duraran más, el ritmo de la evolución se aceleró tras las glaciaciones mundiales.

El estudio concluye que los primeros eucariotas surgieron hace no más de 1.800 millones de años y evolucionaron gradualmente hasta alcanzar un nivel estable de diversidad entre hace unos 1.450 millones y 720 millones de años, un periodo conocido como 'los mil millones aburridos', en el que las tasas de renovación de especies eran notablemente bajas.

Después, el cataclismo: la Tierra bola de nieve, una espiral de descenso de las temperaturas, selló el planeta en hielo al menos dos veces entre hace 720 millones y 635 millones de años. Cuando el hielo se descongeló, la actividad evolutiva se aceleró y las cosas dejaron de ser aburridas.

Preguntas y desafíos futuros

Estos patrones plantean muchas preguntas interesantes, como ¿por qué la evolución eucariota fue lenta durante los 'mil millones aburridos'?, ¿qué factores elevaron el ritmo de la evolución tras las glaciaciones?, o si ¿fue una carrera armamentística evolutiva entre distintos organismos lo que impulsó a las criaturas a evolucionar con rapidez?

Los autores creen que en el futuro los científicos podrán utilizar este nuevo registro para responder a todas estas preguntas y comprender mejor la compleja interacción de la vida en la Tierra y la Tierra misma.