El Juez cita a declarar a Gabriel Le Senne por rasgar una fotografía de Aurora Picornell

El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, de Vox, ha sido citado a declarar en calidad de investigado por rasgar en un pleno la foto de la militante comunista mallorquina Aurora Picornell, asesinada en 1937 durante la guerra civil española.

La citación se produce después de que la Associació de Memòria Democràtica de Mallorca presentase una denuncia penal contra Le Senne por este acto, que consideran un delito de odio.

Los familiares de Aurora Picornell y las hermanas Antònia y María Pascual denunciaron a Le Senne por un posible delito de odio tras rasgar la fotografía en la que aparecían ella y sus compañeras comunistas. Los familiares consideran que es un acto de falta de respeto a la memoria de "tres mujeres víctimas de graves violaciones de derechos humanos" durante la guerra civil.

Los hechos se remontan al pasado 18 de julio, cuando, durante un pleno en el que, con los votos de Vox y el PP, se aprobó la toma en consideración de una proposición para derogar la ley autonómica de memoria, Le Senne rompió la foto de las tres víctimas que la diputada socialista Mercedes Garrido, tenía apoyada en la mesa durante el debate.

El juez de Instrucción número 1 de Palma ha citado a declarar a Le Senne el 27 de septiembre en los juzgados de Vía Alemania de Palma. Ese mismo día, también comparecerá la diputada socialista y miembro de la Mesa del Parlament, Mercedes Garrido, en calidad de testigo.

¿Quién fue Aurora Picornell?

Aurora Picornell Ripoll fue una militante comunista mallorquina que fue asesinada en 1937 durante la guerra civil española. Picornell fue una destacada activista por los derechos de las mujeres y los derechos de los trabajadores.

El contexto de los hechos

El incidente se produce en un contexto de creciente tensión política en España, con el ascenso de la extrema derecha y el cuestionamiento de la memoria histórica. La derecha española ha criticado la ley de memoria histórica, aprobada en 2007, por considerar que es una imposición ideológica que divide a la sociedad española.

El gesto de Le Senne ha sido condenado por numerosos partidos políticos y organizaciones sociales, que lo han calificado de "intolerable" y de "ataque a la memoria democrática".