La Policía desmantela cuatro plantaciones de marihuana en las Tres Mil Viviendas
Tras el tiroteo con arma de guerra, la Policía Nacional continúa cercando los narcopisos de las Tres Mil Viviendas en Sevilla.
En la tercera fase de la Operación Vulcano, un centenar de agentes han desmantelado cuatro plantaciones de marihuana en viviendas deshabitadas.
Hasta el momento, solo se ha informado del decomiso de marihuana, sin que hayan trascendido detenciones.
En las dos fases anteriores de la operación, desarrolladas la semana pasada, sí hubo arrestos: una decena en la primera y al menos dos en la segunda, que pasaron a disposición judicial.
En esas redadas también se incautaron drogas, otras sustancias estupefacientes y armamento, que está siendo analizado.
Fuentes de la investigación indican que, aunque el dispositivo tiene como objetivo atajar la criminalidad en el Polígono Sur, el operativo continuará abierto hasta que se recuperen todas las armas empleadas durante el tiroteo del 12 de octubre.
Tras ese intercambio de disparos, las autoridades recuperaron en el lugar de los hechos cartuchos de escopeta y casquillos de calibre 9 milímetros, utilizados por armas cortas, y de 7,62, empleados para armas de guerra.
Hasta el momento, no se ha confirmado que entre el armamento incautado se encuentre el fusil de asalto compatible con esa munición.
La respuesta del Gobierno a las críticas
Tras el tiroteo, el alcalde de Sevilla y la Junta de Andalucía responsabilizaron al Gobierno de la falta de seguridad en las Tres Mil Viviendas y exigieron más presencia policial para evitar una sensación de impunidad en el barrio más pobre de España.
Estos problemas endémicos de pobreza, fracaso escolar y violencia se han agravado con la proliferación de narcopisos en las viviendas abandonadas de la zona.
Estas tres macrorredadas son la respuesta del Ejecutivo central a las críticas de las otras dos administraciones competentes para erradicar la degradación socioeconómica en el Polígono Sur.
El subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, ha insistido en que los problemas del Polígono Sur no pueden limitarse a la falta de seguridad, y ha hecho hincapié en la coordinación en materia laboral, educativa y urbanística, competencias que corresponden al ámbito regional y municipal.
Disminuye el consumo de electricidad
Este inusual despliegue policial ha tenido sus primeras consecuencias en el notable descenso del consumo de electricidad en el centro de transformación que abastece a los vecinos de Los Verdes, Los Marrones y Las Vegas, epicentro de las recientes redadas y uno de los enclaves del Polígono Sur con mayor sobrecarga de la red eléctrica debido al cultivo de marihuana.
El desmantelamiento de las plantaciones —nueve el pasado viernes y cuatro este miércoles— ha provocado una disminución de la demanda, también respaldada por la iniciativa de los propios narcotraficantes que, ante el riesgo de ser investigados, se han deshecho de su material abandonándolo en bolsas de basura en las calles de las Tres Mil.
Estos dos comportamientos, la aparición de bolsas llenas de marihuana y la disminución de la demanda, son habituales tras las redadas policiales en el barrio.
En esta ocasión, el descenso del consumo el pasado 15 de octubre, cuando la Policía Nacional desmanteló nueve plantaciones, fue del 40% en el centro de transformación de Endesa que abastece a la zona de Los Marrones, Los Verdes y Las Vegas.
Según datos de la compañía eléctrica, esa central abastece a los 250 clientes que tienen contrato en vigor, aunque tiene capacidad para suministrar a 1.400. Antes de la redada, el consumo era equivalente al de una industria.
"La demanda del centro de transformación se reduce al eliminarse la demanda derivada de las plantaciones", explica un portavoz de Endesa, quien destaca que una plantación indoor en una vivienda puede llegar a consumir el equivalente a 80.
Sin embargo, la experiencia de la eléctrica indica que el consumo volverá a aumentar en unos meses porque los narcopisos se reactivarán.
"En el caso de las redadas policiales, suele tardar un poco más. Cuando somos nosotros los que cortamos los enganches ilegales, la reconexión es casi inmediata", señala el portavoz, quien insiste en que no son los vecinos quienes montan las plantas, sino las mafias organizadas que han extendido este tipo de cultivos indoor por el barrio.