Se agrava la crisis de las internas en Madrid: Habitaciones a 250 euros por cuatro noches al mes
Los anuncios de alquiler más baratos buscan a estas trabajadoras que solo salen del trabajo una noche a la semana.
Terminan pagando un coste por día mucho mayor del real por unas "estancias" que la mayoría comparten con desconocidos.
Las trabajadoras internas en Madrid se enfrentan a una grave crisis, ya que los anuncios de alquiler más baratos buscan a estas mujeres que solo salen del trabajo una noche a la semana.
Como resultado, terminan pagando un coste por día mucho mayor del real por unas "estancias" que, en la mayoría de los casos, comparten con desconocidos.
La situación es tan grave que, según denuncia el colectivo Sedoac, no existe un registro que recoja el número total de trabajadoras internas en Madrid.
Esta falta de regulación permite que los arrendadores se aprovechen de la necesidad de estas mujeres y les cobren precios abusivos.
Según los anuncios recopilados por el diario "El País", el precio medio de una habitación para una interna en Madrid oscila entre los 250 y los 350 euros al mes.
Sin embargo, estas habitaciones suelen ser compartidas por varias mujeres, lo que significa que el coste real por noche puede ser mucho mayor.
Por ejemplo, una de las trabajadoras entrevistadas por "El País" paga 150 euros al mes por una habitación que comparte con cuatro compañeras.
Esto significa que paga 37,5 euros por noche, un precio similar al que pagaría por una habitación individual en un alquiler normal.
Las trabajadoras internas se ven obligadas a aceptar estas condiciones porque no tienen otra alternativa.
Muchas de ellas son inmigrantes que no tienen papeles o que tienen miedo de perder su trabajo.
Además, la falta de oferta de viviendas asequibles en Madrid hace que sea muy difícil encontrar una habitación individual a un precio razonable.
Esta situación está teniendo graves consecuencias para las trabajadoras internas.
Muchas de ellas viven en condiciones de hacinamiento, sin intimidad y sin poder descansar adecuadamente.
Además, el hecho de tener que compartir habitación con desconocidos puede generar problemas de seguridad y convivencia.
Las trabajadoras internas son un colectivo especialmente vulnerable que necesita protección.
Las autoridades deben tomar medidas para regular el mercado del alquiler y garantizar que estas mujeres tienen acceso a viviendas dignas y asequibles.
Testimonios de trabajadoras internas
- María Salgado, trabajadora interna en Madrid: "Vivimos sin intimidad, haciendo cola para ir al baño, sin poder usar casi la cocina. Después de siete años, apenas tengo pertenecías porque no tengo un lugar donde dejarlas, donde poder tumbarme y estar sola en mis pensamientos."
- Victoria Rodas, trabajadora interna en Madrid: "Me he dado cuenta que por esos precios yo no me lo puedo permitir. Estoy pagando para nada prácticamente."