La Costa Brava, un destino turístico en constante crecimiento, ofrece un sinfín de calas escondidas e íntimas que invitan a la relajación y al disfrute de la naturaleza. Entre ellas, destaca la Cala Futadera, un paraíso menos conocido que cautiva por su agua cristalina, sus arenales vírgenes y la impresionante conjunción cromática que crea el contraste del azul turquesa del mar, el verde de los pinos y el rosáceo pálido de las rocas.

Un remanso de paz en la Costa Brava

Situada a unos seis kilómetros del municipio de Tossa de Mar, la Cala Futadera es un lugar tranquilo y apartado, ideal para escapar de las aglomeraciones. Su acceso a través de una escalera de 300 escalones, aunque dificultoso, regala unas vistas panorámicas únicas. Una vez en la playa, los visitantes son recibidos por una cala de 90 metros de longitud y 10 metros de ancho, con un entorno natural privilegiado.

Un espectáculo de colores y naturaleza

La Cala Futadera debe su encanto a su agua cristalina, única en el mundo, que adopta diferentes tonalidades según la composición de su suelo. El viento de Tramontana moldea el paisaje, esculpiendo los acantilados que protegen la cala. Los arbustos y los pinos crecen entre las paredes verticales, creando un ecosistema único y lleno de vida.

Tossa de Mar, un pueblo con historia

Tossa de Mar, el pueblo que acoge la Cala Futadera, es un municipio de gran belleza con un pasado histórico notable. Su muralla medieval, declarada monumento histórico artístico nacional, es el único ejemplo de población medieval fortificada que aún se conserva en el litoral catalán. El antiguo barrio de pescadores de Sa Roqueta, con sus casas humildes y rincones floridos, también es un lugar imprescindible para conocer la esencia de este pueblo marinero.

Rutas de senderismo y patrimonio cultural

Además de sus playas y calas, la Costa Brava ofrece una amplia red de senderos a la orilla del mar, los caminos de ronda, que permiten disfrutar de la belleza del litoral. Estos caminos, utilizados antiguamente para la vigilancia costera, son ahora rutas perfectas para el senderismo y el contacto con la naturaleza.

La Costa Brava y la Cala Futadera son destinos turísticos de visita obligada para los amantes de la naturaleza, la tranquilidad y el patrimonio cultural. Un lugar único en el mundo para disfrutar de unas vacaciones inolvidables.