Gripe aviar reduce un tercio la colonia de elefantes marinos en la Península Valdés
Un año después del brote de gripe aviar H5N1 que diezmó la colonia de elefantes marinos de la Península Valdés en Argentina, los investigadores regresan al lugar para estudiar el impacto del virus y su propagación. El brote, que acabó con la vida de unos 17.000 elefantes marinos y el 97% de sus crías, ha reducido significativamente la población de estos animales en la zona.
El virus se adaptó a los mamíferos marinos
El equipo de investigadores, dirigido por la Universidad de California Davis y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, ha descubierto que el virus H5N1 se propagó eficazmente entre los mamíferos marinos, lo que supone un hecho sin precedentes. El análisis genómico realizado ha revelado que, al entrar en Sudamérica, el virus evolucionó hacia clados separados de aves y mamíferos marinos.
«Este virus es capaz de adaptarse a las especies de mamíferos marinos, como podemos ver por las mutaciones que se encuentran consistentemente en los virus pertenecientes a este clado», explica la viróloga y coautora principal Agustina Rimondi, del INTA y actualmente también en el Instituto Robert Koch. «Y lo que es muy importante, nuestro estudio también muestra que los virus H5 de mamíferos marinos son capaces de saltar de nuevo a las aves, lo que pone de relieve la necesidad de aumentar la vigilancia y la cooperación en materia de investigación en la región».
Vigilancia y investigación continuas
Los autores del estudio subrayan que la vigilancia y la investigación continuas son de vital importancia para comprender mejor la evolución del virus, ya que su mayor flexibilidad para adaptarse a nuevos huéspedes podría tener consecuencias globales para la salud humana, la conservación de la fauna salvaje y los ecosistemas.
Un duro golpe para la conservación
La Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre en Argentina (WCS Argentina), que ha contabilizado la población de elefantes marinos retornados, estima que la epidemia ha revertido décadas de esfuerzos de conservación de la especie. «Es probable que más de la mitad de la población reproductora haya muerto a causa del virus. Pasarán décadas antes de que los números vuelvan al tamaño de la población de 2022», lamenta la coautora y directora de conservación costera y marina de WCS Argentina, Valeria Falabella.
Interrogantes sin resolver
El brote del año pasado sigue planteando interrogantes, como la forma de transmisión del virus o si los animales supervivientes han desarrollado resistencia. En el último año, el virus se ha extendido entre las aves silvestres y ha provocado brotes en aves de corral y vacas lecheras en Estados Unidos, con casos recientes entre trabajadores del sector lácteo y avícola.
Expansión global de la gripe aviar
La variante actual del H5N1, del clado 2.3.4.4b, empezó a causar problemas a escala mundial en 2020. Mientras los humanos se enfrentaban a la pandemia de COVID-19, el H5N1 comenzó a matar a decenas de miles de aves marinas en Europa antes de desplazarse a Sudáfrica.
En 2021, entró en Estados Unidos y Canadá, y se extendió a Sudamérica a finales de 2022. En 2023, la gripe se detectó por primera vez en aves de corral en Argentina y en verano ya afectaba a los leones marinos del extremo de Sudamérica, desde donde se desplazó rápidamente hacia el norte, con resultados mortales para los mamíferos marinos y las aves marinas.
- Fuente: Milenio
- Autor: Agencia EFE
- WebPage: Milenio.com