Tensión entre Exteriores y Casa Real y Cultura por la ausencia de España en Notre Dame
La falta de representación española en la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre Dame de París, que congregó a una cuarentena de jefes de Estado y de Gobierno, ha generado malestar en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Fuentes del departamento que dirige José Manuel Albares han mostrado su enfado con la Casa Real y el Ministerio de Cultura y Deporte por no haber informado a Exteriores de que habían sido invitados y que habían declinado acudir.
«No se nos comunicó», aseguran las fuentes, que resaltan la gravedad de que la Casa Real no transmitiese a Exteriores no solo que recibió la invitación sino que los Reyes no asistirían al acto en París. «No es la primera vez que ocurre y empieza a ser habitual», apostillan.
El reproche es una referencia velada al viaje que realizó Felipe VI el pasado junio por las tres repúblicas bálticas, en el que mantuvo reuniones de contenido político con presidentes y primeros ministros sin que ningún miembro del Gobierno le acompañase. El formato de esa gira obligó a la ministra de Defensa, Margarita Robles, a incorporarse a última hora a la etapa final de la visita.
En el caso del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que justificó su ausencia porque tenía un compromiso familiar ineludible, fuentes de Exteriores han mostrado su sorpresa tras haber leído en la prensa que el departamento de Urtasun se ha sacudido cualquier responsabilidad y ha atribuido a Albares la coordinación de la agenda internacional y la política exterior.
«La presencia internacional de España no depende de Cultura», mantuvieron fuentes del ministerio de Urtasun, que señalaron, además, que «todo el mundo sabe quién dirige la política exterior».
La respuesta en Exteriores es firme: «No se puede coordinar la política exterior si no se nos informa».
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha querido quitar peso a una «polémica artificial» y ha explicado que las invitaciones para estos eventos son nominales e intransferibles y que «la no asistencia se comprende». «Por cuestiones de agenda, se entiende», ha remarcado la portavoz.
Mientras tanto, en el Congreso, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Patxi López, señalaba indirectamente a La Zarzuela. «A mí me dio pena que no hubiera nadie, pero lo que había era una invitación a los jefes de Estado, es decir, a la Casa Real en este caso».