Debate en el Congreso: Un Pacto de Estado en Defensa se Desvanece

En un clima político cada vez más tenso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, están demostrando una creciente incapacidad para alcanzar un acuerdo de Estado en materia de defensa. La polarización, exacerbada por la crisis internacional en la frontera europea, está obstaculizando cualquier posibilidad de consenso entre los dos principales partidos del país, así como un pacto que facilite una mayor inversión en defensa y seguridad, un tema que se está discutiendo en toda la Unión Europea.

El reciente debate en el Congreso sobre las consecuencias de la guerra en Ucrania, que se extendió por casi seis horas, ha evidenciado esta incapacidad. La crisis bélica provocada por Rusia, sumada a los intereses particulares de Estados Unidos en diversos conflictos, está desafiando el orden internacional establecido. Sin embargo, el debate no está aportando soluciones concretas sobre cómo España planea cumplir su compromiso de elevar el presupuesto de Defensa al 2% del PIB.

Las Divergencias Internas y las Críticas de los Socios

Uno de los principales obstáculos para alcanzar un pacto en defensa son las diferencias ideológicas entre los socios de Gobierno. Los aliados de izquierda de Sánchez están expresando dudas y críticas sobre el incremento del gasto en defensa, la actual OTAN, y están promoviendo un modelo independiente de Estados Unidos. Según Casqueiro (2025), en un artículo publicado en El País, estos socios están exigiendo un modelo diferente para la UE y criticando la actual estructura de la OTAN. Estas divergencias internas están complicando la capacidad del Gobierno para presentar una postura unificada en materia de defensa.

Por otro lado, el líder de Vox, Santiago Abascal, está aprovechando la situación para atacar a Feijóo por los acuerdos del PP y el PSOE en Europa, refiriéndose a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, como «la canciller Palpatine», en alusión al líder de la Alianza Separatista de Star Wars. Este tipo de retórica está exacerbando aún más las tensiones y dificultando cualquier posibilidad de diálogo constructivo.

El Debate sobre el Aumento del Gasto en Defensa

La promesa de España de elevar el gasto en Defensa al 2% del PIB, un compromiso adquirido en la cumbre de Gales en 2014 durante el gobierno de Mariano Rajoy, se está convirtiendo en un punto de fricción. Aunque el Ejecutivo socialista planeaba alcanzar esta meta en 2029, la crisis actual está obligando a anticipar este objetivo. Sin embargo, Sánchez no está pudiendo precisar cuándo ni cómo se financiará este aumento, asegurando que no será a costa del Estado del Bienestar.

Sánchez está insistiendo en que el aumento del presupuesto en Defensa no implicará recortes en derechos y partidas sociales, una demanda clave de sus aliados de izquierda, como Sumar, ERC, EH Bildu y el BNG. No obstante, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, está criticando duramente a Sánchez, tildándolo de «señor de la guerra» y acusándolo de buscar un futuro «puestazo» en algún organismo internacional.

La Postura de la Oposición y la Falta de Acuerdo

Feijóo, por su parte, está reprochando a Sánchez la falta de un Plan Nacional de Defensa y una hoja de ruta clara. Está acusando a Sánchez de no gobernar debido a la división entre sus socios de coalición y en el Congreso. En un tono duro, Feijóo está negando cualquier posibilidad de un pacto de Estado con el Gobierno actual, argumentando la presencia de socios que acompañan a Sánchez.

El debate en el Congreso está evidenciando una profunda división en la política española en materia de defensa. Mientras que Sánchez está buscando un consenso europeo y una mayor inversión en seguridad, sus socios de izquierda están promoviendo un modelo más autónomo y crítico con la OTAN. La oposición, liderada por Feijóo, está aprovechando la situación para atacar al Gobierno y cuestionar su capacidad para tomar decisiones firmes.

Los Ciberataques y la Necesidad de Seguridad

Sánchez está argumentando que es necesario hablar de seguridad y ciberseguridad en lugar de rearme, señalando que España sufrió 127.000 ciberataques el año pasado. Está destacando que participar en este proceso puede ser una oportunidad competitiva para las empresas europeas. Sin embargo, estas justificaciones no están logrando convencer a todos los actores políticos, quienes mantienen posturas divergentes sobre cómo enfrentar los desafíos actuales.

Reacciones de Otros Partidos

Verónica Martínez, portavoz de Sumar, está defendiendo una Europa más multilateral, autónoma e independiente de una OTAN que cataloga como «muerta cerebral». Tesis similares están siendo expresadas por portavoces de EH Bildu y ERC, quienes abogan por una «responsabilidad de las izquierdas más allá de los dogmas». Míriam Nogueras, portavoz de Junts, se está limitando a reivindicar un papel más activo de Cataluña y a cuestionar la calidad democrática de España. Aitor Esteban, portavoz del PNV, está aprovechando su despedida para criticar a Israel y a la decadencia de Europa.

En conclusión, el debate en el Congreso está revelando una profunda incapacidad para alcanzar un pacto de Estado en materia de defensa debido a las divergencias ideológicas, las críticas internas y la polarización política. La promesa de aumentar el gasto en Defensa al 2% del PIB se está convirtiendo en un punto de fricción, y la falta de un plan claro está generando incertidumbre. Mientras tanto, la crisis internacional en Ucrania y los desafíos en materia de seguridad están exigiendo una respuesta unificada y coordinada, algo que parece cada vez más difícil de lograr.

«Para los asuntos de Estado se necesita una oposición de Estado y Feijóo ni está ni se le espera»

Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno