Un aroma en el aire para la salud del cerebro: Romero, la planta medicinal
El cuidado del cerebro es una preocupación creciente en la sociedad actual, marcada por el ritmo acelerado y un incremento en problemas cognitivos asociados con la edad. En este contexto, la comunidad científica no cesa de buscar alternativas que ayuden a mejorar y preservar la función cerebral. Recientes estudios han puesto de relieve una solución sorprendente y cercana: el romero. Esta planta aromática no solo enriquece nuestros platos sino que también podría ser una aliada frente al deterioro cognitivo y el estrés.
Universidades de renombre, como la de Harvard, contribuyen a la investigación sobre los efectos beneficiosos de la infusión del romero en la memoria y el cerebro. La psiquiatra Uma Naidoo, especializada en nutrición, destaca el potencial del romero en estos aspectos. La doctora resalta cómo una alimentación adecuada, incluyendo determinados alimentos y plantas como el romero, inciden positivamente en la prevención de la pérdida de memoria y problemas relacionados.
El poder antioxidante y neuroprotector del Romero
El romero contiene componentes antioxidantes y neuroprotectores que juegan un papel decisivo en la lucha contra la inflamación y el estrés oxidativo, elementos relacionados con la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo. Uno de estos componentes es el ácido carnósico, que además parece tener un efecto en la reducción del cortisol, conocido como la hormona del estrés.
Potencial terapéutico en enfermedades neurodegenerativas
La investigación sobre el romero no se detiene en prevención; estudios apuntan a que las propiedades del romero podrían tener un papel en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Los diterpenos presentes en la planta han mostrado inhibir la muerte celular neuronal, además de interactuar con la proteína beta amiloide, asociada a esta enfermedad.
El romero en la dieta diaria
A pesar del reconocimiento de sus beneficios, la Fundación Española de la Nutrición señala que el romero se consume de forma habitual en cantidades pequeñas en la gastronomía y por tanto, para aprovechar sus beneficios en el cerebro y memoria podría ser recomendable su incorporación en la dieta de otras formas, como infusiones o aceite.
En resumen, el romero se redescubre como un elemento que trasciende el ámbito culinario para posicionarse como un protagonista en la mejora y preservación de la salud cerebral.