Carmelo Ezpeleta, "el alcalde" de MotoGP, vende Dorna Sports a Liberty Media

El que durante las últimas tres décadas ha sido el máximo responsable de Dorna Sports, Carmelo Ezpeleta, ha vendido el 86% de la compañía a Liberty Media. La operación, que se cerró el martes, supone un terremoto en el mundo del motor, ya que Liberty Media es también la propietaria de la Fórmula 1.

Un imperio construido desde cero

Ezpeleta, que además de consejero delegado es propietario del 10,5% de las acciones de Dorna Sports, es el gran artífice del crecimiento de la compañía, que hoy organiza el Mundial de MotoGP. En 1991, cuando le pidieron que tomara las riendas de los derechos del motociclismo, los derechos del fútbol parecían mucho más atractivos.

Sin embargo, Ezpeleta, antiguo jugador de cesta punta y apasionado de los coches de carreras, se puso manos a la obra y recuperó el circuito de Calafat, gestionó el circuito de Jarama y dirigió la construcción del de Montmeló. Su buen hacer llevó a que Banesto le encargara la gestión de Dorna Sports, y cuando el banco fue intervenido, Ezpeleta pidió que no vendieran la empresa por los cinco millones de pesetas que un inversor había puesto sobre la mesa.

Ezpeleta estaba convencido de que Dorna Sports valía mucho más, y así lo demostró en los cuatro años siguientes. En 1998, CVC compró el 75% de la compañía, marcando el inicio de un baile de socios financieros. El resto de las acciones quedaron en manos de los directivos, con Ezpeleta al frente.

Un hombre de negocios con visión

Ezpeleta siempre ha sido un hombre de negocios con visión. Cuando le preguntaron cuánto dinero tenía para invertir en Dorna Sports, respondió que ni hablar de créditos. Y así ha sido. Los 70 millones de pesetas que invirtió en 1991 se han multiplicado hoy por 1.000.

Ezpeleta es ahora un hombre rico, pero no ha querido vender sus acciones: "El mejor sitio donde tener mi dinero es donde trabajo", considera este empresario de 78 años que cree que debe seguir "tres o cuatro años más" al frente de Dorna Sports.

Ezpeleta es un hombre respetado y admirado en el mundo del motociclismo. Sus compañeros de trabajo le llaman "el alcalde", por su capacidad para tejer complicidades y mediar en los conflictos. Se lleva bien con las casas de las motos, con las escuderías, con los publicitarios, con los managers de los pilotos... Guarda muy buenos contactos en esa agenda de piel marrón con cremallera que siempre lleva consigo.

Ezpeleta también tiene un trato cercano con los pilotos, algo desconocido en el sancta sanctorum de la Fórmula 1. Con ellos a veces ha ejercido más de tutor que de edil. Ocurrió cuando en 2011 hizo que Marco Simoncelli pidiera perdón a Dani Pedrosa por haberlo tirado al suelo en Le Mans, o como cuando tuvo que mediar entre Valentino Rossi y Marc Márquez.

Ezpeleta es un hombre de acción. Puede estar a las dos de la madrugada repasando una escapatoria inundada de la que los pilotos se han quejado por peligrosa. O, como pasó durante la guerra de Kuwait, cuando los equipos americanos no querían ir de Australia a Malasia, ser el primero en volar como si fuera un equipo de reconocimiento para demostrar que no había nada que temer.

Su terquedad también le llevó a celebrar el Gran Premio de Japón de 2011 meses después del desastre nuclear de Fukushima.

La venta de Dorna Sports a Liberty Media

La venta de Dorna Sports a Liberty Media es la guinda del pastel para Ezpeleta. La operación supone un reconocimiento a su trabajo y a su visión de futuro. Liberty Media es una empresa con mucho dinero y muchos recursos, y Ezpeleta está convencido de que juntos podrán hacer crecer aún más MotoGP.

Ezpeleta quiere seguir al frente de Dorna Sports durante unos años más, pero ya ha empezado a preparar su sucesión. Su hijo, Carlos Ezpeleta, ya trabaja en la empresa y está siendo formado para tomar las riendas en el futuro.

La venta de Dorna Sports a Liberty Media es un hito en la historia del motociclismo. Es el reconocimiento al trabajo y a la visión de Carmelo Ezpeleta, un hombre que ha dedicado su vida a este deporte.