El asombroso mecanismo de supervivencia cerebral en maratonistas
Correr un maratón no es solo una prueba de resistencia física, sino también un desafío mental extremo. Los corredores, conscientes de que la mente es clave para superar los 42.2 kilómetros, ahora se enfrentan a una revelación sorprendente: el cerebro podría estar empleando un mecanismo de emergencia en el que esencialmente «se está comiendo a sí mismo» para mantener el rendimiento. Un reciente estudio realizado por investigadores españoles, y publicado por El Imparcial (García, 2024), arroja luz sobre este fascinante proceso, donde el cerebro recurre a sus propias estructuras como fuente de energía durante la extenuante carrera.

La mielina como combustible de emergencia
La investigación ha descubierto que, durante un maratón, el cerebro de los corredores experimenta una reducción temporal en los niveles de mielina. La mielina, según la explicación de García (2024) en *El Imparcial*, es una sustancia grasa crucial para la transmisión eficiente de señales nerviosas. Actúa como un aislante alrededor de las fibras nerviosas, similar al recubrimiento de un cable eléctrico, acelerando y mejorando la comunicación neuronal. Este proceso de descomposición de la mielina parece estar intrínsecamente ligado al agotamiento de las reservas de glucosa y grasa, que son las principales fuentes de energía del cuerpo durante esfuerzos prolongados.
Para entender la magnitud de este hallazgo, es esencial comprender el papel vital de la mielina. La mielina no solo facilita la velocidad de transmisión de las señales nerviosas, sino que también es fundamental para funciones cruciales como la coordinación motora, el procesamiento sensorial y la integración emocional. La reducción temporal de esta sustancia puede tener implicaciones notables, aunque reversibles, en el rendimiento y la función cerebral de los maratonistas.

El estudio: Resonancias magnéticas revelan la disminución de mielina
El estudio, citado en *El Imparcial* por García (2024), involucró a un equipo de investigadores que reclutaron a 10 corredores (ocho hombres y dos mujeres) para someterlos a resonancias magnéticas antes y después de un maratón. Los resultados fueron contundentes: todos los corredores mostraron una disminución significativa en los niveles de mielina. Esta reducción fue particularmente notable en las áreas del cerebro responsables de la coordinación motora, la integración sensorial y el procesamiento emocional.
Sin embargo, la buena noticia es que la investigación también reveló que los niveles de mielina comenzaron a recuperarse poco después de la carrera, volviendo a la normalidad en un plazo de dos meses. Este hallazgo sugiere que la disminución de mielina es un fenómeno temporal y reversible, lo que ofrece esperanza en cuanto a la salud cerebral a largo plazo de los corredores.
Implicaciones y futuras investigaciones
Este estudio, según García (2024), no solo plantea preguntas fundamentales sobre cómo el cerebro maneja el estrés extremo, sino que también abre nuevas vías de investigación sobre el papel de la mielina en el envejecimiento y las enfermedades neurológicas. El Dr. Carlos Matute, profesor de anatomía en la Universidad del País Vasco, citado en *El Imparcial*, subraya que comprender cómo la mielina se recupera rápidamente podría ser clave para desarrollar tratamientos para enfermedades desmielinizantes, como la esclerosis múltiple, donde la pérdida permanente de mielina causa daño cerebral severo.
Además, la mielina también desempeña un papel crucial en enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Aunque la actividad física regular es esencial para mantener la salud cerebral, investigaciones previas sugieren que el ejercicio intenso podría ser un factor de riesgo para esta enfermedad, especialmente en individuos con predisposición genética.
A pesar de los hallazgos prometedores, los autores del estudio enfatizan la necesidad de más investigaciones para comprender completamente los efectos del ejercicio extremo en la mielina. En particular, aún no se ha evaluado si la pérdida de mielina afecta las funciones cognitivas o las habilidades físicas de los corredores.
Consideraciones finales para maratonistas y la comunidad científica
Si bien los maratonistas no tienen que preocuparse excesivamente por los efectos a largo plazo de la mielina en sus cerebros, este estudio destaca un potencial de investigación más amplio sobre cómo los esfuerzos extremos pueden influir en la salud cerebral y qué implicaciones podrían tener para las enfermedades neurológicas. En conclusión, este descubrimiento está impulsando nuevas investigaciones sobre el cerebro, la mielina y las enfermedades neurológicas.
Según *El Imparcial* (García, 2024):
«Aunque esta pérdida de mielina afecta áreas clave del cerebro relacionadas con la coordinación y el procesamiento emocional, los niveles de mielina se recuperan completamente en un plazo de dos meses.»
Referencias
- García, C. (2024, 5 de abril). El cerebro de los maratonistas: ¿se come a sí mismo para sobrevivir? *El Imparcial*. https://www.elimparcial.com/locurioso/2025/04/05/el-cerebro-de-los-maratonistas-se-come-a-si-mismo-para-sobrevivir/