La economía estadounidense sigue sorteando la recesión pero el mercado laboral se debilita

La economía de Estados Unidos continúa esquivando la recesión a pesar de los malos augurios que planean sobre ella, pero el mercado laboral se está debilitando. La creación de empleo se aceleró un poco en agosto después de los malos datos de julio, y la tasa de desempleo disminuyó 0,1%, pasando del 4,3% al 4,2%. Sin embargo, se crearon 142.000 puestos de trabajo no agrícolas durante el mes, según el informe publicado este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales. Los economistas esperaban una creación de 164.000 empleos. Además, las cifras de junio y julio se revisaron a la baja.

El enfriamiento del mercado laboral en Estados Unidos

El reciente enfriamiento del mercado laboral marca la evolución de la primera economía mundial y será el factor clave para la reducción de las tasas de interés que planea aprobar la Reserva Federal en su reunión del próximo 18 de septiembre. Las nuevas cifras revisadas indican que en julio solo se crearon 89.000 puestos de trabajo, 25.000 menos de los anunciados inicialmente. La reducción de la estimación de junio es aún mayor, de 89.000 empleos, a 118.000. Con ello, los últimos tres meses son los de menor generación de empleo desde que comenzó la recuperación de la pandemia.

El dato no aclara las dudas sobre el momento actual de la coyuntura estadounidense. La cifra está por debajo de las expectativas y la revisión a la baja muestra que el mercado laboral está pasando por un mal momento, pero aun así la creación de empleo supone una aceleración con respecto a julio y la tasa de desempleo cede una décima. La tesis del aterrizaje suave sigue siendo defendible, pero los datos también dan argumentos a quienes temen que la economía esté entrando en recesión.

Contexto de la situación del mercado laboral

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, heredó una tasa de desempleo del 6,4% (enero de 2021), cuando la economía aún se estaba recuperando del impacto de la pandemia. La fuerte creación de empleo permitió reducirla a un mínimo del 3,4% en enero y abril de 2023. Desde entonces, ha ido subiendo hasta el 4,3% de julio, lo que activó la conocida como regla de Sahm, diseñada en 2019 por la economista Claudia Sahm para servir como un indicador temprano de que la economía se está adentrando en una recesión.

La regla indica el inicio de una crisis comparando promedios móviles de tres meses de la tasa de desempleo. Cuando el promedio más reciente supera en más de medio punto al promedio más bajo de los últimos 12 meses, la economía estaría entrando en recesión. En julio, esa diferencia se situó en 0,53 puntos, según la Reserva Federal de San Luis. Aunque la regla ha funcionado para predecir (a posteriori) las siete recesiones que ha habido desde 1970, aún no ha demostrado su validez y la propia Sahm cree que podríamos estar ante un falso positivo.

La tasa de desempleo no está creciendo en este momento por la destrucción de empleo, sino por el aumento de la población activa, en parte relacionado con la inmigración. Tras años de dificultades para encontrar mano de obra, las empresas se están cuidando de despedir empleados tan alegremente como en el pasado. Además de que no hay despidos masivos, los despedidos encuentran otro empleo rápidamente. Eso evita el círculo vicioso de pérdida de ingresos, reducción del gasto de los consumidores y nuevas pérdidas de empleo que suele desencadenar una recesión.

Declaraciones de Jerome Powell

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dejó claro en el simposio económico de Jackson Hole (Wyoming) de finales de agosto que la principal preocupación del banco central en este momento ha dejado de ser la inflación y que se traslada al empleo. Powell lleva más de dos años intentando lograr un aterrizaje suave de la economía estadounidense, es decir, recuperar la estabilidad de precios sin provocar una recesión. Hubo un momento en que creyó que no sería posible controlar la inflación sin causar algo de dolor a familias y empresas, según dijo, pero la economía mostró una resistencia inesperada a las subidas de tipos de interés más agresivas desde la década de 1980.

Próxima reunión de la Reserva Federal

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal se reúne los próximos 17 y 18 de septiembre para aprobar la primera reducción de las tasas de interés en cuatro años y medio, desde que las redujo a un nivel cercano a cero en marzo de 2020 debido a la pandemia. Entre 2022 y 2023 las llevó al 5,25%-5,5%, el nivel más alto desde enero de 2001. En julio del año pasado se situó en esa tasa, que ha mantenido durante más de un año. Ahora, "ha llegado el momento", según Powell, de iniciar un ciclo de recortes.

Su ritmo y cuantía dependerán de la evolución de los precios y del mercado laboral. Las cotizaciones de los futuros sobre fondos federales asignan una probabilidad implícita del 57% a que la reducción de las tasas de interés del 18 de septiembre sea de 0,25 puntos y del 43% a que haya un recorte mayor, de 0,5 puntos, desde el rango actual del 5,25%-5,5%. Al mismo tiempo, los futuros apuntan a nuevos recortes en noviembre y diciembre, que junto con el inicial sumarían una reducción de un punto o más, con lo que apuestan a que en algún momento habrá un recorte de medio punto, sea o no el próximo 18 de septiembre.