El BBVA lanza una oferta de fusión para adquirir el Banco Sabadell
El BBVA ha presentado una oferta de fusión-adquisición al Banco Sabadell que ha generado sorpresa en el sector financiero. La operación, que no ha sido negociada previamente con la entidad presidida por Josep Oliu, ha sido calificada como una "OPA encubierta" por algunos observadores.
Una oferta poco atractiva
El BBVA plantea comprar el Sabadell a cambio de "papelitos", es decir, acciones del propio BBVA, con una prima inicial del 30%, que se ha reducido al 15% debido a la evolución de los mercados. Sin embargo, esta oferta no parece atractiva para los accionistas del Sabadell por varias razones.
- El BBVA tiene un posicionamiento geográfico arriesgado, con una fuerte presencia en México (más del 50% de sus beneficios) y Turquía, países considerados inestables.
- El banco otomano del BBVA, Garantí, ha demostrado tener un elevado coste de oportunidad y un peso excesivo en el balance de la entidad española.
- El BBVA también tiene presencia en países como Venezuela y Argentina, considerados poco seguros para las inversiones.
- En España, la fusión BBVA-Sabadell reduciría la competencia en el sector bancario, dando lugar a una entidad con un control excesivo del mercado en Cataluña y otras comunidades autónomas.
Un movimiento inesperado
La oferta del BBVA ha sorprendido al mercado porque no responde a una negociación previa con el Sabadell. Además, la cúpula directiva del BBVA ha sido criticada por su falta de transparencia y su gestión errática en el pasado.
El futuro de la oferta es incierto. Los accionistas del Sabadell deberán decidir si aceptan la propuesta del BBVA, que podría resultar poco beneficiosa para ellos, o si optan por otras opciones, como la presentación de una contraoferta.
El BBVA busca crecer y reducir riesgos
Para el BBVA, la adquisición del Sabadell supondría una oportunidad para crecer en el mercado de las pymes, donde el Sabadell es líder en España, y para reducir su exposición a los riesgos geopolíticos y financieros.
Sin embargo, el éxito de la operación dependerá en gran medida de la aceptación de los accionistas del Sabadell y de la capacidad del BBVA para financiar la compra.