El Banco Central Europeo recorta los tipos de interés por primera vez en ocho años

El Banco Central Europeo (BCE) ha rebajado este jueves los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 4,25%, en el marco de su nueva política monetaria expansiva. Sin embargo, esta decisión se produce al mismo tiempo que el BCE empeora sus previsiones de inflación, que no bajará al objetivo del 2% hasta la segunda mitad de 2025.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha comparecido ante los medios de comunicación tras la reunión del Consejo de Gobierno para explicar la decisión. Lagarde ha insistido en que el BCE necesita más datos antes de cualquier nueva rebaja de tipos y ha augurado un "camino accidentado" para controlar la inflación.

"La inflación interna sigue siendo alta. Los salarios siguen aumentando a un ritmo elevado, compensando el aumento pasado de la inflación. Debido a la naturaleza escalonada del proceso de ajuste salarial y al importante papel de los pagos extraordinarios, es probable que los costos laborales fluctúen en el corto plazo", ha admitido Lagarde.

Los salarios solo se moderarán a partir de finales de año y en 2025. La decisión de recortar los tipos este jueves ha sido apoyada por todos los miembros del Consejo de Gobierno menos uno, del que Lagarde no ha querido desvelar su identidad. De cara al futuro, todos están de acuerdo en que la senda futura de rebajas dependerá de los datos y se decidirá reunión a reunión.

"Lo que estamos haciendo es moderar el nivel de restricción (en la política monetaria). ¿Cuánto tiempo costará esto? No puedo decirlo ahora. ¿A qué velocidad ocurrirá? Tampoco puedo decirlo. Dependerá de los datos", ha explicado Lagarde.

El BCE afronta un "camino accidentado" para controlar la inflación

El BCE se enfrenta a un "camino accidentado" para controlar la inflación, según ha reconocido la presidenta del organismo, Christine Lagarde. Lagarde ha señalado que los próximos meses serán "accidentados" y que el BCE necesitará "datos suficientes" para justificar nuevas rebajas de tipos.

El BCE cuenta con más datos en las reuniones en las que se publican nuevas previsiones (es decir, en septiembre y en diciembre), pero Lagarde no ha querido limitar su margen de maniobra para actuar en otros momentos.

"Vamos a examinar múltiples datos, no solo los salarios. Pero los salarios son enormemente importantes en un mercado laboral ajustado. En particular en los servicios, que son un componente importante en el indicador (de inflación) y que están subiendo", ha apuntado la presidenta.