Los empresarios en la frontera México-Estados Unidos rechazan las amenazas arancelarias del presidente electo Donald Trump, calificándolas de "inaceptables e inadmisibles".
Carlos Jaramillo, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Tijuana
Lamentó que la postura de Trump sea similar a la de su primer mandato, y advirtió que una subida de aranceles afectaría negativamente a ambas economías.
"Lamentamos que su postura siga siendo el incremento de aranceles, porque al final será una afectación importante no solo para la economía mexicana, sino también para la economía estadounidense. Ya empresas como Walmart han advertido que si esto se genera propiciaría inflación o un impacto en precios para los consumidores", dijo Jaramillo.
El líder empresarial señaló que no entiende las intenciones de Trump, ya que está repitiendo la misma estrategia que en su primer mandato, con amenazas de aranceles.
"Sabemos que su tema principal es el migratorio, pero debemos reconocer que los cruces ilegales hacia Estados Unidos han bajado aproximadamente un 75 por ciento y él lo tiene documentado", añadió.
Jaramillo insistió en que el diálogo y la negociación son la mejor manera de resolver las diferencias, no aumentar los aranceles.
"También es cierto, y hay que reconocer, que muchos de los precursores del fentanilo que llegan a los puertos de Estados Unidos cruzan hacia México, y el hecho de que no reconozcan la parte que les corresponde es un mal manejo de la problemática", dijo.
En este sentido, destacó que la solución se encuentra en una colaboración binacional, que incluya la reducción del consumo en Estados Unidos y controles más estrictos en los puertos estadounidenses.
Kurt Honold, secretario de Economía e Innovación de Baja California
Se mostró menos preocupado por las amenazas de Trump, ya que espera que siga la misma línea que en su primer mandato, cuando negoció el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
"Nos fue mucho mejor con Trump que con Biden", dijo Honold, argumentando que un aumento de la inmigración ilegal traería más mano de obra a Baja California.