Masorange eliminará las marcas Virgin Telco y Llamaya
El operador telefónico Masorange, surgido de la fusión entre Orange y MásMóvil, está llevando a cabo una simplificación de su catálogo comercial para reducir el número de marcas con las que opera.
Virgin Telco, la primera damnificada
La principal afectada por esta criba es Virgin Telco, que dejará de comercializarse de forma inmediata. Sin embargo, los clientes que ya hayan contratado sus servicios podrán mantenerlos durante un año más. Posteriormente, se les ofrecerá la posibilidad de cambiar a otra marca del grupo o dar por finalizado su contrato sin penalización.
Llamaya también desaparecerá
Otro operador que desaparecerá es Llamaya, adquirido por MásMóvil en 2017 y especializado en bonos de prepago y llamadas internacionales para migrantes. Al igual que Virgin Telco, los clientes de Llamaya podrán mantener sus servicios durante un año más antes de tener que cambiar de operador.
Simplificación de marcas
Además de Virgin Telco y Llamaya, Masorange también estudia eliminar algunas de sus marcas de prepago especializadas en tarifas internacionales para migrantes, como Lycamobile y Lebara. La estrategia de la compañía es centrarse en las marcas fuertes como Yoigo, Pepephone y MásMóvil, así como en las cableras del norte (Euskaltel, R y Telecable) y la aragonesa Embou.
Por parte de Orange, que ya eliminó República Móvil y Amena antes de la integración, conservará sus tres insignias: Orange, Jazztel y Simyo.
Deuda y plan estratégico
Además de la simplificación de su catálogo comercial, Masorange también está trabajando en la reducción de su deuda, que ascendía a 12.561 millones de euros a 30 de septiembre de 2023. El alto coste financiero de esta deuda es la principal razón de las pérdidas netas de 533,4 millones de euros registradas por la operadora en los primeros seis meses de su andadura como empresa independiente.
El nuevo plan estratégico que presentará Masorange a finales de este mes incluirá un ambicioso calendario para la reducción de la deuda, que contempla la amortización de 220 millones de euros en 2024, 548 millones en 2025 y 765 millones en 2026.
El calendario del repago de la deuda, sin incluir intereses, deja todo el esfuerzo para los dos años finales de los siete de amortización, una vez que se dilucide si finalmente Orange se hace con la mayoría del capital de Masorange, para lo que tiene una opción no obligatoria a partir de abril de 2026.