Estudiantes y vicerrectores de universidades públicas de Madrid dialogan nuevamente
Tras dos semanas de distanciamiento, las relaciones entre los estudiantes y los vicerrectores de las universidades públicas de Madrid se han destensado y han comenzado de nuevo a dialogar con el Bloque Interuniversitario por Palestina, la asociación de jóvenes acampados en Ciudad Universitaria desde el pasado 7 de mayo en apoyo a la población palestina. Dicho encuentro tendrá lugar el próximo viernes por la tarde, dejando atrás la fractura que provocó la toma del Edificio de Estudiantes de la Universidad Complutense (UCM) el 17 de mayo.
Peticiones estudiantiles
Los portavoces institucionales y del alumnado intentarán acercar posiciones que, hasta ahora, eran irreconciliables. Los rectorados restringen el diálogo a las directrices de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), un marco que los estudiantes consideran insuficiente. Las conversaciones se reactivan en plena escalada de las acciones del campamento, que en la mañana de este jueves han dejado tres detenidos y siete identificados por la Policía Nacional, como consecuencia del despliegue de una lona en la Puerta del Sol.
La delegación estudiantil estará conformada por seis portavoces, uno de cada universidad. Insistirán en las peticiones fijadas desde el primer día, reflejadas en la lona desplegada en la Puerta del Sol, en la que se podía leer: "Universidades y Gobiernos: ¡Ruptura de relaciones ya!". Esta petición hace alusión a los vínculos de las instituciones académicas tanto con los centros educativos israelíes como con las empresas que negocian con el gobierno de Benjamín Netanyahu. Además, en esta ocasión, pedirán a las universidades "que hablen de genocidio, que no equiparen partes, porque no es así", explica Blanca Martínez, portavoz del Bloque.
El bloque interuniversitario por Palestina, que reúne a alumnos de las seis universidades públicas de Madrid, observa con atención las decisiones tomadas por las universidades de Barcelona, Granada, Jaén, Valencia y Sevilla, las cuales han decidido suspender cualquier relación con la academia israelí, aunque solo la Universidad de Barcelona (UB) se ha desvinculado de las empresas privadas.
Respuesta de los vicerrectores
Por su parte, los vicerrectores propondrán un compromiso para el envío de ayuda humanitaria a la zona de guerra y para contribuir a la reconstrucción de Gaza, así como un plan de atención a las personas afectadas por la guerra en dicha región, según han adelantado a EL PAÍS fuentes de la cúpula universitaria que participan en el diálogo. Las mismas fuentes dejan entrever que aún no hay consenso entre los vicerrectores sobre romper las relaciones con los centros educativos de Israel, aunque universidades como la Complutense ya se han mostrado a favor de revisar este punto.
Mientras tanto, la ruptura de relaciones con las empresas no es una opción por el momento para los directivos, ya que consideran que no está claro en qué medida las empresas señaladas por los estudiantes están contribuyendo a la guerra en la Franja de Gaza.
Manifestaciones y acciones estudiantiles
Frente a las columnas romanas que coronan las escalinatas de la entrada a la Facultad de Medicina de la UCM, unos quince jóvenes, muchos de ellos con bata, se han desplomado en el suelo como si fueran sanitarios caídos en un bombardeo. Frente a la pila de médicos inertes, dos estudiantes de medicina han leído el manifiesto: "Hoy se sigue operando sin anestesia. Hoy se sigue asesinando a personal sanitario, a pesar de estar claramente identificados como tal. Hoy se siguen bombardeando ambulancias. Hoy el sufrimiento en Gaza se vive más que nunca".
A ambos lados de la escena, dos botes de humo llenaron el ambiente de una niebla roja y negra -los colores de la bandera palestina-, mientras en el fondo se podía leer: "No quedan hospitales en Gaza". La guerra ha dañado o destruido 31 de los 36 centros sanitarios de Gaza y Cisjordania, según un comunicado de la Unión Europea.
La intervención de los estudiantes se produjo solo horas después de que tres estudiantes fueran detenidos por desplegar una lona en una de las fachadas de la Puerta del Sol. Beatriz Payo, una portavoz del bloque que participó en la acción, ha explicado: "Nos hemos encontrado con muchísima represión por parte de la Policía que en ningún momento ha querido dialogar con las personas que estaban mediando". La lona solo duró una hora.
La Policía Nacional ha precisado a este diario que los detenidos son de nacionalidad española y de edades comprendidas entre los 21 y 34 años. Al final de la tarde de este jueves, aún permanecían en dependencias policiales, donde han rendido declaración, antes de pasar a disposición judicial, por el presunto delito de desórdenes públicos.
En la última semana, los estudiantes han hecho del performance una herramienta de presión, en medio de un recrudecimiento de las acciones de protesta por la suspensión de los diálogos con los vicerrectorados. "Esta semana nos hemos centrado en escalar las acciones para señalar que las universidades rompieron las negociaciones, lo que a nosotros nos parece una vergüenza", afirma Beatriz Payo.
En este contexto, la semana comenzó con el despliegue de una pancarta y la activación de un par de botes de humo a las puertas de la Universidad Politécnica -"la que tiene más convenios con Israel y la que menos se quiere sentar a negociar", ha puntualizado la portavoz estudiantil-. Los jóvenes de la acampada recalcan que se trata de acciones de desobediencia civil e insisten en el compromiso de no violencia adquirido por el campamento desde el primer día.
El martes transcurrió en calma por el Consejo de Gobierno de las universidades, en el que, a juicio de los universitarios, "se habló de manera muy frívola de Palestina". El miércoles, un grupo de estudiantes se trasladó hasta la facultad de Ciencias de la Información, ataviados con chalecos de prensa, con la intención de señalar los ataques contra los periodistas asesinados en la guerra. Esta acción fue acompañada por un portavoz de Reporteros Sin Fronteras, quien se encargó de leer el manifiesto. Al menos 107 trabajadores de la comunicación han muerto por la guerra en Gaza desde el 7 de octubre, según un conteo del Comité para la Protección de los Periodistas.