La frecuencia cardíaca en reposo: un indicador crucial para tu salud

La frecuencia cardíaca en reposo, a menudo pasada por alto, es un indicador crucial de nuestra salud. Se refiere a la cantidad de latidos por minuto mientras estás sentado o relajado. El Dr. Nikita Patel, director médico de Vitality, explica que este número puede variar dependiendo de la actividad física, la ingesta de cafeína y el estrés.

Un rango considerado normal es entre 60 y 100 latidos por minuto.

Un ritmo cardíaco elevado en reposo está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y una mayor mortalidad. Según el profesor Graham Rena, endocrinólogo de la Universidad de Dundee, una frecuencia superior a 100 latidos por minuto puede ser indicativa de problemas como la fibrilación auricular. Estudios masivos han encontrado que quienes superan los 80 latidos por minuto tienen un 33% más de riesgo de padecer enfermedades cardíacas y un 45% más de probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas.

El profesor Tarv Dhanjal, cardiólogo y profesor en la Universidad de Warwick, señala que la frecuencia cardíaca en reposo está regulada por el sistema nervioso y refleja condiciones como la hipertensión, la diabetes y la apnea del sueño.

Además, los niveles altos pueden ser signo de estrés crónico, lo que eleva la presión arterial y el riesgo de sufrir un derrame cerebral o un infarto. Diversos factores como la cafeína, el estrés y la falta de ejercicio influyen directamente en la frecuencia cardíaca. El profesor Dhanjal advierte que una dieta alta en calorías y el consumo regular de bebidas energéticas también pueden elevar el ritmo cardíaco. Sin embargo, también es importante considerar que los factores genéticos juegan un papel en la velocidad a la que late nuestro corazón.

Adoptar una dieta equilibrada, rica en carbohidratos complejos, proteínas y fibra, es un paso esencial para mantener una frecuencia cardíaca saludable.

Además, ejercicios aeróbicos como correr o nadar ayudan a mejorar la forma física del corazón. No obstante, no es necesario ser un atleta de élite para lograr una buena frecuencia cardíaca. Actividades más suaves, como pasear o hacer yoga, pueden marcar la diferencia.

Aunque un ritmo cardíaco bajo puede ser normal en atletas, si está acompañado de síntomas como cansancio o mareos, es recomendable consultar a un médico. La Dra. Patel sugiere que, aunque no siempre se ofrecen consultas basadas solo en la frecuencia cardíaca, es importante monitorearla como parte de un chequeo general de salud.

Conclusión

La frecuencia cardíaca en reposo es un indicador esencial de nuestra salud. Un rango saludable puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejorar la longevidad. Al comprender los factores que afectan la frecuencia cardíaca y adoptar hábitos saludables, podemos tomar medidas para mantener un corazón sano.